EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C |
2014 Pdvsa producirá menos y se endeudará mas, llevándola hasta aproximadamente 20.000 millones de dólares con lo que la deuda externa global ascendería a la sideral suma de USD 120.000 millones y las reservas del BCV con la peor caída en los últimos 25 años (28%). Luis Eduardo Rodríguez
23 Ene, 2014 | Harto difícil pretender emular a Alvin Tofler (La tercera ola, 1979) y predecir el futuro. Sin embargo, nos atreveremos a conjeturar algunos aspectos económicos que por lo obvio no impone ninguna condición especial de pitonisos. Aunque esta afirmación parezca alarmante, todo apunta a que así será pues el régimen no da muestras confiables de querer cambiar de rumbo económico y sin haber compromiso electoral alguno, la situación política continuara tensa, el tema social será una bomba de tiempo y los actores de este desgobierno encontrarán en sus contradicciones, falsas acusaciones y la irresponsabilidad de no aceptar sus errores ni contar con el valor para acometer un cambio profundo de dirección, su propia pesadilla. Veamos: Pdvsa producirá menos y se endeudará mas, llevándola hasta aproximadamente 20.000 millones de dólares con lo que la deuda externa global ascendería a la sideral suma de USD 120.000 millones y las reservas del BCV con la peor caída en los últimos 25 años (28%). Se inicia el año con un déficit fiscal de casi 18% en donde todo orienta a que será inviable a mediano plazo cerrar la brecha entre ingresos y gastos y para remate con una inversión nacional y extranjera casi nula y la moneda más sobrevaluada del mundo (55%).Todos los expertos –nacionales e internacionales– coinciden en que la inflación alcanzará al menos 65%, habrá escasez y más devaluación, crecimiento cero o, en el mejor de los casos, un exiguo 0.5. Existen más de 500 contratos colectivos vencidos desde hace años y no hay dinero para honrarlos; mientras tanto, el Banco Central emitiendo dinero inorgánico a centenares de miles de millones. Y mientras tanto el aparato productivo nacional devastado y su capacidad operativa reducida a su mínima expresión. Ese es el caótico panorama. El problema radica en que los esclarecidos genios rojos –incluidos militares devenidos en caricaturas de economistas- que temeraria y equivocadamente deciden sobre la economía, no terminan de entender que la complicación central es el modelo fracasado que el “supremo y eterno” trató de imponer al estilo de los regímenes más atrasados del planeta. No es con más controles, endeudamiento irresponsable, regalías a otros países, expropiaciones improductivas o con el solo aumento de la gasolina –necesario, sin duda– que se logrará salir de la crisis. Basta de atacar las consecuencias y evadir las causas. Los desequilibrios económicos –inocultables ya– obligan a aplicar un severo plan de ajuste macroeconómico. La crisis es estructural, no coyuntural. La critica situación se extenderá –ya se comienza a ver- a otros sectores prioritarios como salud, educación, manufactura, construcción y producción de bienes y servicios, acentuándose así el descontento de las grandes mayorías y generando una peligrosa e inflamable situación. No habrá excusa mamarracha alguna (guerra económica, derecha apátrida, etc.) que sirva para detener una potencial y muy peligrosa reacción en cadena que nadie desea. Un año difícil, tenso e impredecible en donde cualquier cosa puede pasar.
| ||||