14 Feb, 2014 | El problema de la inseguridad nos está llevando al punto de la locura, me decía un vecino. Peor aún, me comentaba otro, el asunto se está tomando con tanta naturalidad, que la gente se está acostumbrando a vivir y convivir con la delincuencia. También hay quienes, desde el punto de vista lingüístico, hacen bromas o chistes con algo tan serio como lo es un atraco. Pero la vaina no es pa' reírse.

El pasado viernes, por ejemplo, se repitió una escena grotesca que ya se ha hecho "normal" en el estado Nueva Esparta. Unos motorizados atracaron a dos turistas alemanes que acababan de tocar suelo margariteño. Lo lamentable del hecho es que uno de los dos turistas resultó muerto y el otro muy malherido.

Al respecto me comentaba un amigo, que su hija, que está en Alemania, lo llamó alarmada porque en el tren donde viajaba estaban pasando la trágica noticia, y ella, obviamente, se sentía muy mal al no tener cómo explicar lo que está ocurriendo en su país con lastimosa frecuencia. Mientras esto pasaba en Alemania, aquí otro paisano que vive del turismo me comentaba con un dejo de tristeza: "Hermano, una raya más pa' Venezuela, voy a tener que buscar otro trabajo". Otro amigo que estaba presente comentó: "compa, una vuelta más pa'l ventilador".

Lo cierto es que este acto delictivo es un argumento más para que los países del mundo hagan la cruz a Venezuela, especialmente a Margarita, como destino turístico de sus connacionales, a menos que se abra una alternativa de "turismo extremo". Ese mismo día viernes conversé con un turista brasilero que alarmado por el hecho, me preguntaba cuáles sitios podía visitar y cuáles no, y qué debía hacer para no correr la suerte del alemán. Resulta que en lugar de mencionarle nuestras bondades turísticas, tuve que advertirle qué debía hacer para que su estadía no terminara en una desgracia. Le dije: "cuidado con los motorizados, no todos, pero una gran cantidad de ellos se dedica a la delincuencia; sea precavido al momento de tomar un taxi, algunos delincuentes utilizan estos 'servicios' para atraer a sus víctimas".

Lo curioso fue cuando le advertí acerca del transporte colectivo. Cuando le dije: "tenga cuidado si piensa tomar un bus o buseta, porque a veces se sube algún malandro y atraca la buseta a punta de pistola"; el brasilero no paraba de reír. Al ver que no me hacía gracia su risa, se calmó y me dijo: "No se moleste amigo, es que en Brasil le decimos buseta a la vagina, y pistola al pene".

Entonces entendí su risa. Imagínese la cara que pondría un brasilero si oye decir: "atracada buseta a punta de pistola". Claro, la buseta brasilera que se refiere a la vagina es con "c", pero esta diferencia, para efectos fonéticos-fonológicos, no cuenta mucho para nosotros. Al final el brasilero me dijo "¡tranquilo, las bucetas en Brasil están fuera de peligro!".

P.S.: Feliz Día del Amor y de la Amistad. Gracias al Concejo de Mariño por la Sesión Especial que celebrará hoy a las 10:30 a.m. para homenajear a nuestros educadores, y conmemorar el 78° aniversario de la Federación Venezolana de Maestros. En esta sesión tendré el honor de ser Orador de Orden, presentado por el amigo, Prof. César Malavé. Está cordialmente invitada(o).