02 Mar, 2014 | "Yo sé que mucha gente espera que digamos algo respecto a las marchas y contramarchas del gobierno y la oposición, pero creo sobrinos, que amenazamos a los lectores con un segundo comentario sobre el problema de nuestra antigua Pozo de Agua, conocida hoy como playa El Agua". Le concedo razón al tío Caballo Rojo y me acuerdo de lo que dice el primo Nacho Yáñez: no hay que dejar de atender lo importante por lo urgente.

Yo soy de los que sostiene, sin ser experto en la materia, que los problemas en la costa de Antolín vienen desde que construyeron los espigones de El Tirano, obra sin ningún tipo de planificación ni estudio previo. Los cambios que se han producido en la configuración de esas playas son evidentes y comenzaron inmediatamente después que esos promontorios de piedra fueron levantados. Dice Caballo que, como el consideró que en el 99, cuando se montó el chavismo se montó en el Poder, había ahí gente pensante, seguramente iban a tomar acciones inmediatas para detener la erosión de las playas; pero bien pronto se decepcionó, porque en lugar de demoler los famosos espigones, lo que hicieron fue hacer una inversión enorme para construir un nuevo malecón en El Tirano, aprovechando parte del terreno que el mar había desocupado.

Previo a eso, entre el primero y segundo mandato de Morel gobernador, se habían construido en esos espacios, módulos para los pescadores y un centro de acopio. "Yo estoy convencido, sobrino, que aquí hay que tomar una medida heroica para salvar las playas de Antolín, desde El Agua hasta El Cardón, y creo que hasta Guacuco en Arismendi, que es restituir la costa a su estado original. Hace algún tiempo, retiraron el segundo espigón que habían montado en El Tirano y con ello se llevaron su rompeolas natural, la Piedra Ahogada, pero eso no fue suficiente. Ahora deben quitar la prolongación del morrito donde está el viejo hotel de la zona, para que el mar recupere sus espacios y las corrientes su curso, aunque se pierdan las construcciones hechas en el lugar. Creo que vale más preservar la configuración de Margarita que unas toneladas de concreto".

Dice el tío que igual medida es aconsejable para otras playas como El Yaque, pues los abusos, hechos en la época que sea, hay que pagarlos. Una verdadera revolución ya lo habría hecho.