Aparte de sus actividades cotidianas como médico, Alfredo Perrone practica a diario el ejercicio. Considera que eso es indispensable para que la persona pueda desenvolverse mejor y en una onda más sana. / Foto: JOSUÉ STEIN

10 Mar, 2014 | Abarrotadas. Así permanecen las áreas de emergencia de las clínicas privadas que, al igual que el sistema público de salud, se han quedado cortas ante el crecimiento poblacional de la isla de Margarita. Alfredo Perrone, médico intensivista, asegura que a la par se enfrentan actualmente dificultades para acceder a los materiales médico-quirúrgicos, insumos en general y repuestos que garanticen el total funcionamiento de la red de clínicas, debido a que la mayoría de los equipos son importados. Los costos se han elevado. Por ejemplo, un ventilador de alta generación ya tiene un precio de dos millones de bolívares. Demasiado alto.

-Los servicios médicos en el estado se han ido quedando pequeños; no solo en Terapia Intensiva sino en todas las áreas de atención.

Nueva Esparta alcanza a tener apenas 26 camas de unidades de Terapia Intensiva (UTI), incluyendo los sectores público y privado. "Normalmente tenemos una ocupación entre 70 a 90%, lo cual significa que ante una emergencia de mayor magnitud, como ocurrió hace un par de décadas con la tragedia de Las Giles, tendríamos que sacar a los pacientes vía aérea hacia otras regiones del país, donde nos puedan apoyar".

En el caso específico de la UTI de La Fe, las estadísticas revelan que han atendido a 2.400 pacientes en los últimos 15 años.

-¿Qué recomienda usted para enfrentar el déficit actual?

-En principio tendría que hacerse una revisión de todas las instituciones médicas, de manera de poder sincerar los datos que se manejan, con estadísticas actualizadas, tanto en la red pública como privada, y en función de los requerimientos reales planificar y buscar soluciones, antes de que se colapse.

La realidad es que tanto clínicas privadas como hospitales y ambulatorios insulares permanecen abarrotados de pacientes. Algo hay que hacer, insistió Perrone.

En cuanto a los pacientes que presentan quemaduras graves, ya sea por accidentes de tránsito o por incendio, dijo que afortunadamente no son tantos los casos en la Isla, pero cuando se dan las emergencias de ese tipo, la mayoría de los pacientes son remitidos a la Unidad de Caumatología del estado Zulia, que prácticamente es la única en el país.

Perrone labora desde 1993 en la isla de Margarita, región donde fue médico residente del hospital Luis Ortega. Luego adjunto a la UTI. En la Clínica La Fe, cercana a Pampatar, presta servicios desde 1994.

Esta Unidad de Terapia Intensiva celebra 20 años de fundada. Empezó con una cama y ya cuenta con cuatro. Es pionera dentro del sector privado, porque en el "Luis Ortega" ya venía funcionando desde 1988 con el impulso de los destacados médicos Pablo Ágreda y Jorge Cabrera, y también se daban los primeros pasos con la Clínica Nueva Esparta, entonces privada.

Aparte del hospital central de Porlamar, actualmente funciona la UTI en las clínicas Juan Griego y El Valle, así como el Centro Clínico del Caribe.

Ama su profesión

Amante de lo que hace, Perrone no escatima palabras para realzar la labor que desempeñan en las UTI, tan vitales para la atención de los pacientes en fases más críticas o que requieren de un constante monitoreo, de acuerdo con la patología que presentan en cada caso.

-La gente tiene temor de esta Unidad, pero en realidad podemos afirmar que la mortalidad global es relativamente baja, quizás entre un 20 a 30%.

Como anécdota, contó la experiencia de la esposa de un doctor quien expresa mucho temor de ingresar a Terapia Intensiva, porque lo asocia con la muerte, cosa que no debe verse así, debido a que más bien son muchos quienes logran superar la adversidad precisamente por disponer a tiempo de la atención adecuada, explicó.

-Ella (la esposa de su colega) terminó afirmando más bien que había recibido atención cinco estrellas.

No es cualquier servicio médico, una UTI se rige por un estricto protocolo y un personal especializado con un licenciado en Enfermería por cada enfermo y un médico residente atento las 24 horas por cada cuatro pacientes. El monitoreo es constante.

-En toda unidad de este tipo, los protocolos estandarizados son fundamentales. Aquí no se improvisa en ningún momento, sino que se actúa conforme al esquema para el cual nos hemos formado.

Homenaje al médico en su día

Hoy, cuando se celebra el Día del Médico en todo el país, es justo reconocer la labor de todos quienes con su sentido de responsabilidad honran su profesión, tal es el caso de Alfredo José Perrone González, médico intensivista. Nació en Caracas el 30 de septiembre de 1961, estudió primaria y secundaria en el Instituto Escuela de Prados del Este y la superior en la Universidad Central de Venezuela (1988), con posgrado en Medicina Crítica y Terapia Intensiva en el Hospital Universitario de Caracas (1993). Está casado con Cristina Pastrán y labora en la UTI de la Clínica La Fe, situada en el municipio Maneiro.