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20 de abril de 2024





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Pianista Guiomar Narváez compenetrada a plenitud con sus ancestros margariteños
Ser la hija del talentoso y recordado músico pampatarense Antonio Narváez Montaño le embarga de emoción y orgullo. Desde un núcleo familiar de músicos, con su mamá pianista y cantante, desde pequeña se identificó con el arte.
Yanet Escalona

Foto: LUIGI PARAVANI

Guiomar Narváez. / Foto: LUIGI PARAVANI

20 Jul, 2014 | Cada vez que la pianista y pedagoga Guiomar Narváez pisa la Isla, se impregna de su luz y con total añoranza recuerda las enseñanzas de su padre, el margariteño Antonio Narváez Montaño, destacado músico, autor del Himno del municipio Maneiro, cuya letra pertenece al también maestro Alberto Requena Rivera, con arreglos de Igor Colina Castillo.

-Margarita tienen una particularidad, que es una Isla rodeada de montañas. Cuando hay luna llena el paisaje es realmente maravilloso. Además, cada vez que vengo me conmuevo al pensar que aquí nació mi padre. Él se fue joven de aquí, pero siempre tuvo su Isla muy cerca, sobre todo los 8 de septiembre, Día de la Virgen donde interpretaba temas en su homenaje.

En sus inicios su padre tocaba el bombardino y luego de Margarita vino Cumaná, hasta que Gerarda Montaño, madre de Antonio Narváez Montaño, al ver el talento del muchacho le dijo: "Te vas a Caracas y no regresas, sino triunfas". Y como si fuese una premonición así fue, porque llegó a ser un músico de gran talento, recto y con disciplina a toda prueba, tanto en el hogar como en rol de director de la Banda Marcial. Guiomar Narváez recuerda, en especial, la tradición cada 31 de diciembre cuando la Banda, dirigida por su padre, entonaba el Himno Nacional, luego de que sonaran las 12 campanadas en la Catedral de Caracas.

Era en plaza Bolívar, y esa imagen y sonidos se mezclan entre los recuerdos de esta pianista.

Aun cuando se establecieron en Caracas y su papá se casó con la hermosa cumanesa Lucía Malavé Tineo de Narváez, destacada en el canto, la familia siempre mantuvo el vínculo con el estado Nueva Esparta.

Es el mismo lugar donde su hija Meysun Al-Shereidah Narváez, mantiene un kinder musical, para la enseñanza como mayor tesoro y en donde Guiomar Narváez acostumbra dictar clases magistrales.

-En Venezuela y en Margarita en particular hay muchísimo talento. El folclore es muy rico, dijo.

Foto: LUIGI PARAVANI

En Pampatar. / Foto: LUIGI PARAVANI

Quizás donde observa que falta un poco más, es en el renglón de la música urbana y universal, mientras reconoce el gran esfuerzo que se hace a través del Sistema Nacional de Orquestas.

En la trayectoria de Guiomar Narváez su discografía comprende interpretaciones como solista, junto a Morella Muñoz, a dos pianos con Diana Franklin, a cuatro manos con Beatriz Klien, junto a destacados instrumentistas como "Toñito" Naranjo y Alfredo Naranjo. En su más reciente CD de autores venezolanos es acompañada por la Orquesta Sinfónica de Venezuela, Orquesta Filarmónica Nacional, Orquesta Típica Nacional y Estudiantina de la (UCV), dirigida por los maestros Felipe Izcaray, Víctor Mata, Orlando Gámez y Juan Durán. Es fundadora de la Cátedra Libre de Piano Venezuela y Latinoamérica, en 1991.

Antecedentes

Como se reseñó en una entrevista a esta pianista, publicada en 2008 en el Sol de Margarita

"No se equivocó María Luisa Escobar, famosa compositora, quien sería su madrina de bautizo y de boda, cuando al verla recién nacida, sugirió a sus padres que le pusieran el nombre de Guiomar, el mismo de una pianista brasileña muy famosa".

"Esta niña tiene dedos largos. Será pianista y ese nombre le dará suerte en la vida", vaticinó.

Palabras mágicas. Creció Guiomar en un hogar de músicos y la primera maestra fue su mamá, Lucía Malavé, pianista y cantante del Orfeón Lamas. En su infancia estudió ballet y a los seis años tocaba el piano. Graduada de bachiller estaba convencida de que este instrumento marcaría su destino. Tras cursar estudios de música, hubo un concierto donde estaba presente el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien era ministro para entonces. Este la escuchó en ese debut con la Orquesta Sinfónica de Venezuela, y de inmediato le dijo "Usted se va para Viena". Así le llegó la beca.

"Vivió siete años en Viena. En una ocasión su amiga, la cantante Morella Muñoz le presentó a quien hasta el sol de hoy sería su esposo, el iraquí Mazhar Al-Shereidah, analista petrolero, profesor universitario y amante de la música".

En resumen curricular de Guiomar Narváez destaca que egresó con honores de la Escuela de Música "Juan Manuel Olivares", tutelada por Gerty Haas -piano-, Juan Plaza, Ángel Sauce y Antonio Ochoa. Estudió piano en Viena, Austria con Richar Hauser. Pionera en la interpretación de la música venezolana para piano y creadora de los concursos El vals venezolano, El piano venezolano y Concurso de piano a cuatro manos "Gerty Haas- Olga Mondolfi". Preside la Fundación Vicente Emilio Sojo -Instituto de Musicología-adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, donde dicta la Cátedra de piano venezolano y latinoamericano.

Siembra de dátiles

Hoy, Guiomar desde el mismo escenario donde nos concedió esa entrevista en 2008, agrega otros episodios de su vida, vinculadas con la querencia insular. Por ejemplo, Mazhar Al-Shereidah ha tenido la costumbre desde hace años, de guardar las semillas de cada dátil iraquí que consume, y lo entregan a un vivero margariteño para que luego se siembren. Ya van 5 mil entregadas con esos fines, y una de las satisfacciones es ver cómo en avenidas locales esos datileros crecen y se multiplican dentro de un paisaje caribeño y cosmopolita.




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