Porlamar
29 de marzo de 2024





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Reubicarán invasores en urbanismo del sector 911
La desocupación de edificios y casas invadidas en la entidad se hará progresivamente, anunció el gobernador Carlos Mata Figueroa. Se asignarán viviendas.
Jennifer Hrastoviak

Foto: VANESSA RANGEL

El edificio Corocoro fue invadido en 2009 por 300 familias. / Foto: VANESSA RANGEL

26 Jul, 2014 | Nueva Esparta también tiene su Torre de David: El Corocoro.

El edificio, propiedad de Fogade, ubicado en la calle San Rafael de Porlamar, municipio Mariño, detrás del Centro Comercial Bella Vista, fue ocupado por 300 familias en 2009.

Las condiciones de esta infraestructura no son las más idóneas para vivir. Botes de aguas negras, paredes deterioradas habitaciones sin equipos sanitarios, y demás problemas estructurales y de convivencia, dejan fe de que no queda nada de aquél sueño de hotel turístico que se proyectó alguna vez.

El Centro Financiero Confinanzas de Caracas, mejor conocido como la Torre de David, está siendo desocupado desde el miércoles 23 de julio. Se espera que una situación similar ocurra en Corocoro.

El gobernador del estado Nueva Esparta, Carlos Mata Figueroa, anunció, que 100 familias serán reubicadas en las primeras 100 viviendas de las 500 que serán construidas en el 911, municipio Díaz.

La intención es otorgar casas a todas las personas que habitan en este edificio, "hasta que no quede nadie".

Al consultar el destino de la infraestructura, el mandatario regional apuntó que primero debe estar completamente desocupado, para luego tomar una decisión permanente sobre su destino, no obstante la primera medida será cercarlo y cerrarlo completamente.

Mata Figueroa, dijo que la reubicación no será solamente para los habitantes del Corocoro, sino también para las aproximadamente 80 familias que viven en invasiones en varios sectores de la Isla.

Los que viven en las residencias al lado del edificio Corocoro, esperan con "ansias" el desalojo de sus habitantes, pues aseguran que desde la invasión, la inseguridad se ha incrementado, a pesar que la sede de Polimariño, se encuentra al lado.

"Se han metido varias veces en el edificio. Tuvimos que cerrar las piscinas porque se metían y no se les podía decir nada porque nos amenazaban", contó una residente del Caribe Suites, que no quiso revelar su nombre por temor a represalias.

Situaciones de violencia, accidentes con infantes, enfermedades relacionadas a las condiciones de insalubridad en la que habitan sus residentes, son algunas de las vivencias que se han suscitado en el Corocoro desde que fue ocupado, según registro de los medios de comunicación.

Cuando fue invadido, las familias justificaron su acción alegando que se vieron en la necesidad de hacerlo, porque fueron censados varias veces por Inavi y el Ministerio de Vivienda y "nunca los tomaron en cuenta".




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