1 Sep, 2014 | Recientemente tuve la oportunidad de oír en el programa radial "El Sancocho", buena parte del interesante intercambio de ideas llevado a cabo entre el profesor Fernando Fernández y el conductor de dicho espacio radial, nuestro amigo y colega udista, maestro Roki Viscuña, relacionado con las Diversiones o Comparsas Populares que se realizan, generalmente, durante la época decembrina tanto en el estado Nueva Esparta como en los demás estados orientales y parte del estado Bolívar, lo cual nos ha servido de inspiración para redactar la presente crónica.

En general, se trata de una expresión popular tradicional en la cual se exponen de manera simultánea variadas manifestaciones de distintos órdenes: teatrales, dancísticas, musicales, etc., presentada en su escenario natural, la calle y conformada por un conjunto de personas llamado "comparsa" donde participan hombres, mujeres, jóvenes y niños, organizados en torno a un argumento central representado, según el caso, por la imagen o figura de un animal o un objeto determinado. Desde nuestro punto de vista, esta manifestación, al igual que muchas otras de raigambre popular, es producto de ese complejo proceso de interrelaciones culturales entre nuestras matrices genésicas ocurridas históricamente desde los primeros tiempos del período colonial (Sobre el particular, consúltese el texto: Jornadas Regionales acerca de la Danza Tradicional en Nueva Esparta. Alcaldía de Arismendi, 2002).

En relación con el tema que nos ocupa, vale la pena destacar que hacia fines del siglo XVII, el misionero franciscano fray Matías Ruiz Blanco, en su obra Conversión de Píritu, refiriéndose a las danzas de los cumanagotos, comenta que "remedan a los animales de la tierra y a los peces". Por su parte, otro religioso franciscano, fray Antonio Caulín, en alusión al mismo grupo étnico, informa lo siguiente: "Otro baile no tan común practican en los montes con unas figuras de pescado hechas de madera que llevan en las manos en correspondencia de la buena fortuna que han tenido en sus pesquerías" (Enc. de Vzla., T.III, 1976:22). El contenido de esta cita de Caulín evidencia el principio que motiva esta danza ligada a su cosmovisión, a sus concepciones mágico-religiosas, pues a través de ella se agradece a la naturaleza o a sus deidades en general por el beneficio obtenido.

En consecuencia, puede decirse que nuestras tradicionales diversiones derivan de tales manifestaciones y que la esencia, el fundamento que las define no es una simple danza, baile o entretenimiento, sino que constituyen una representación de esa forma simbólica originaria que ha permanecido históricamente, al igual que muchos otros rasgos y complejos culturales, formando parte de nuestro imaginario colectivo.