22 May, 2015 | Aunque la doble moral es una práctica que todos condenamos, la verdad es que es mucho más común de lo que se cree. En algún momento de nuestras vidas todos -nosotros incluidos- hemos pecado de doble moral. La doble moral implica un trato desigual y tramposo al que siempre se le busca una justificación.

Por alguna razón, la doble moral campea a su gusto en los centros de poder y muy particularmente en los gobiernos dictatoriales y los regímenes forajidos siendo su práctica más reprochable que la individual porque se atomiza al colectivo y afecta a la sociedad en su conjunto. Hay un abismo, por ejemplo, entre que un padre fumador les diga a sus hijos que el cigarro es dañino y un régimen que vende amor y fomenta odio. Y es ahí, precisamente, que van dirigidas estas líneas.

A poner al descubierto la manipulación perversa del régimen rojo y su contradicción moral entre lo que predica y lo que hace. Pregonan histéricamente injerencia imaginaria de otros gobiernos en la política local pero a la vez se inmiscuyen en otros países financiando candidatos (Argentina, Bolivia, Nicaragua, México, España, por solo nombrar unos pocos). También nos acordamos cuando el "eterno gigante" y Nicolás casi que invaden Honduras cuando sacaron a Zelaya por pillo.

Financiaron -todavía lo hacen- a los narcoterroristas de las FARC en detrimento de la institucionalidad de Colombia. En fin, ejemplos sobran. Engañan a los tontos con el cuento de la democracia "participativa y protagónica" y de los 5.000 y tantos precandidatos electos por las bases se volaron sin explicaciones de ningún tipo a la mayoría quedando solo 1.152 y para colmo 50 puestos salidores a la Asamblea Nacional se los reserva el cogollo de PUS. ¿Qué democracia es esa? Se cortan las venas denigrando del golpe de 2002 y todos los que hoy participan en el régimen son golpistas confesos del 4 de febrero y hasta lo celebran como fecha patria. En su doble moral uno fue golpe fascista y maluco y el de ellos una rebelión de los ángeles.

Qué descaro. Alegan que combaten la inseguridad y resulta que promueven y protegen a círculos armados y violentos que arremeten contra la ciudadanía y, peor aún, hacen pactos de convivencia con los "pranes" de los penales mientras la población queda desamparada y a merced de asesinatos, secuestros y robos.

Se jactan de una falsa lucha contra la corrupción y para disimular solo se encargan de delitos menores como los "raspacupos" expuestos, por cierto, por la inefable Fiscal General con nombres y apellidos y los peces gordos del gobierno que se robaron miles de millones son invisibilizados, protegidos y apadrinados y los escándalos de Pdval, Bolipuertos, cuentas millonarias en Andorra y en el Banco HSBC escondidos junto a la podredumbre bajo la alfombra.

Hablan hasta la saciedad de la soberanía del país y frente a sus narices el gobierno guyanés explora potenciales fuentes petroleras en el Esequibo y los agentes cubanos tienen al país invadido hasta los tuétanos y dando órdenes a diestra y siniestra. El espacio se nos hace corto para mostrar cómo este régimen inepto, entreguista y corrupto hace de la doble moral una conducta insolente y desvergonzada. ¿Quién se atreve a negarlo?