Porlamar
24 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Alza en artes de faena eleva precio del pescado
En El Tirano faenan aproximadamente 300 pescadores, y es difícil encontrar alguno que no sepa armar una nasa.
Yanet Escalona

Foto: ARCHIVO

La experiencia de captura de peces con este tipo de pesquería se transmite de una generación a otra dentro de las comunidades. / Foto: ARCHIVO

27 Jun, 2015 | No solamente el alambre para el sector construcción anda "por las nubes", en cuanto al inestable y variante costo en el mercado. También el utilizado por los marinos para elaborar o reparar las nasas (arte de pesca), los tiene de cabeza.

El dirigente pesquero de El Tirano, Miguel Rodríguez, explica que para construir las nasas se utiliza el alambre 16 y el tipo 18, y con un rollo se arman aproximadamente 12 nasas, por lo que cada una costaría unos tres mil bolívares.

"Lo peor es que no hay un precio fijo, sino que un día el rollo de alambre se consigue a un precio, y al siguiente en otro. Mucha inestabilidad en el mercado", dijo.

El impacto financiero se siente sobre todo en esa comunidad antolinense, por cuanto en El Tirano o Puerto Fermín es donde se concentra el mayor número de pescadores naseros.

Aparte del alambre requieren de las latas, como llaman al palo de montaña, preferiblemente guatacare, aco negro o aco blanco, utilizado para el ensamblaje de este arte de pesca tradicional, artesanal y calificado como ecológico.

Cuando requieren de esos palos, los pescadores suben a los cerros cercanos, y con el permiso del Ministerio del poder popular para el Ambiente bajan con estos, tras cortarlos ellos mismos con machetes.

"Para un rollo de alambre se necesitan entre 100 y 120 palos o latas, como se les dice", explicó, asemejándolos a un palo de escoba.

En El Tirano faenan aproximadamente 300 pescadores, y es difícil encontrar alguno que no sepa armar una nasa. Es un conocimiento ancestral que se transmite de una generación a otra.

En equipo
En un bote por lo general se desplazan el patrón de la embarcación y tres marinos. Por eso, al momento de cortar las latas y preparar los enseres para emprender la faena, todos deben ayudar. En el pueblo sobran las familias que saben de ese arte de las nasas; ya sean los Martínez, los Moya, los Acosta, los Hernández, los Vargas, entre tantos otros. Cada uno se defiende bien a la hora de elaborar el arte de pesca.

Algunos trabajan echando nasas en la costa, otros van a Los Frailes y algunos se movilizan mucho más allá, a 40 millas, con la esperanza de traer buenas zafras de pargo, cunaro, mero, corocoro y cachúa blanca, especies que logran capturar muy bien con las nasas.

Hacia la costa
Quienes se quedan en la costa, atrapan los más pequeños, como cherecheres, arara, corocoro y el corocoro margariteño o boca colorá. Para quienes van a Los Frailes, una jornada gratificante les permite regresar a Puerto Fermín con pargo cebal y loro, entre otras especies bien cotizadas. Por lo general el pescador echa la nasa, y regresa a buscarla aproximadamente a los diez días. Como en toda jornada marinera, luego la ganancia que se obtenga se distribuye equitativamente "a la parte".

Tras la faena, deberá sacarse el gasto, y luego distribuir por partes iguales. Por ejemplo, el motor una parte, el bote una parte, una parte para cada marinero y las artes de pesca también tienen su parte. Como las nasas están tan caras, para estas se destinan dos partes, de modo de garantizar su reparación o elaboración total, según sea el caso.

Todo se ha encarecido extremadamente y no solamente eso limita el ingreso del pescador, sino que además contribuye al aumento de precios del pescado que se vende.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES