Francisco Briceño, presidente del Colegio de Profesionales en Turismo. / Foto: DANIEL RAMÍREZ

3 Ago, 2015 | Ante la necesidad de consolidar el turismo como principal fuente de la economía de Nueva Esparta, debido a la crisis que actualmente sufre el Puerto Libre, el Colegio de Profesionales en Turismo del estado plantea la urgencia de incluir otros factores para ampliar la gama de opciones para los turistas nacionales y extranjeros.

Francisco Briceño, presidente del gremio que agrupa a esos profesionales, señala que el turismo es la forma para llegar al comercio y no el comercio la forma para hacer turismo.

Consideró que ante la debacle del régimen aduanero especial por falta de divisas para las importaciones, quizás éste sea el momento preciso para que se entienda que la actividad turística es la forma en que actividades adicionales como el comercio, tienen sentido para Margarita.

En tal sentido, Briceño concluye que resulta imperativo lograr el aparataje comercial como vínculo o vehículo para promocionar el bagaje cultural y socioproductivo de la región, porque eso daría mayor impulso al turismo.

Plantea que eso pasa por transformar un mecanismo de comercialización de mercancía seca, chocolates, licores y embutidos extranjeros que a lo largo de muchos años fueron la primera opción.

Frente a la realidad actual, los expertos consideraron que se debe generar la plataforma de manera que los turistas nacionales y extranjeros que entren a suelo neoespartano puedan consumir de la música, la cultura, la artesanía y la gastronomía, tal como ocurre en los destinos en los que se entiende que la identidad regional es el gancho para que la gente los visite.

Comparaciones necesarias

Briceño compara que nadie viaja a París sin la ilusión de tomarse una foto en la torre Eiffel, como tampoco va a Nueva York sin querer fotografiarse junto a la Estatua de la Libertad.

Señala que ante la actual crisis, la creatividad es lo que lograr cambiar los paradigmas en todas partes del mundo y se pregunta: ¿por qué no quererse tomar una foto en los castillos o en cualquiera de las ensenadas de Margarita?

Otra de las comparaciones que hace Briceño es que cuando la gente viaja a Venecia, lo que lleva en mente es tomarse una foto en una góndola dándose un beso con su pareja, por lo que vuelve a preguntarse: ¿por qué no se puede hacer una foto en un bote en la laguna de La Restinga, que tiene los canales incluido el de El Beso?

“Estamos hablando de productos turísticos que son copia de otros productos que tienen marca global”, explicó Briceño.

Por cierto, destacó que dicha laguna es actualmente uno de los productos más demandados entre las opciones locales por los turistas que vienen de otra parte del país y del exterior.

Opciones gastronómicas

El presidente del gremio de Profesionales en Turismo igualmente refiere que cuando la gente viaja a Perú, lo primero que quiere comer es el ceviche, por lo que se cuestiona cómo va a viajar a la Isla de Margarita y no comer empanadas o un pastel de chucho.

Briceño agregó que se debe aprovechar que las empanaderas son un patrimonio regional y, por tanto, deben ser dignificadas en el buen sentido de la palabra para que la gente no pierda el interés por degustar sus productos, siempre y cuando reúna las condiciones de infraestructura y manejo sanitario para complementar la actividad turística.

Apunta que en Perú hay erizos de mar y son muy famosos, pero nada como comerlos en Margarita, donde se realizan hasta festivales para degustar del apetecido manjar.

En relación con el pandelaño, destaca que últimamente se ha convertido en una sensación en La Asunción, pero igualmente en Hawai y muchas islas del Pacífico, calificadas como destinos turísticos elitescos o triple A, son un gran atractivo gastronómico.

Recomendó aprovechar la actual coyuntura para poner esas opciones gastronómicas al servicio de los turistas nacionales e internacionales, pero primero hay que trabajar en cómo se presentarán esos productos a los visitantes, sobre todo en el empaquetado o presentación.

Políticas públicas

Francisco Briceño es del criterio que para que la actividad turística se convierta en el motor principal de la economía regional, hace falta contar con políticas públicas asertivas que no existen en la entidad.

Asegura que lo que se evidencia en la región, es la existencia de politiqueros del discurso que no son profesionales en el área, por lo que insiste en la necesidad de contar con verdaderas políticas públicas para generar competencia en la gente pues, eso a su vez crea talento y talento.

Recalca que el turismo regional no se ha consolidado como merece, porque no se ha profesionalizado el sector e ilustra afirmando que en 30 años, en Margarita ha habido primero una Dirección de Turismo y luego una Corporación, pero más allá de lo institucional, las cabezas que toman las decisiones no son profesionales en esta área.