27 Nov, 2015 | El "como sea" que advirtió Maduro será la fórmula, no electoral, de mantener el control absoluto de la Asamblea Nacional, que en esta revolución realmente es el poder, ya dio frutos. El vil asesinato de Luis Manuel Díaz, secretario general de AD en el estado Guárico, es la más grave consecuencia del llamado al desconocimiento de las leyes hecho días atrás por el presidente.

Nadie puede negar que en el crimen del dirigente político en nada y para nada tuvo que ver esa malhadada advertencia que, a la fecha, no ha sido condenada por la Fiscalía, la Defensoría, el CNE, la AN, el TSJ ni menos el PSUV.

La violencia, cuyas puertas abrió con su exhorto el jefe del Estado, que asombró a medio mundo y para algunos tratadistas pudiera considerarse como incitación y hasta motivo para un juicio en tribunales internacionales, evidencia igualmente hasta dónde está dispuesta a llegar la dirigencia roja con tal de no perder, por la vía electoral, ni el gobierno ni el parlamento.

El crimen de Díaz, los ataques contra Pizarro, en Petare; contra Capriles en Yare y los perpetrados contra Lilian Tintori, el más indefenso de todos los objetivos, dejan perfectamente en claro que los colectivos sí entendieron cabalmente el "como sea".

Frente a estos hechos, que centenares de personas vieron a sus protagonistas cometer, cuesta mucho, pero mucho, utilizar lo de "presuntamente". Por tanto, se espera que las autoridades digan la verdad, y no la que convenga.