25 Jul, 2016 | Poco, o casi nada, se ha escrito sobre la construcción en Juan Griego de fortificaciones para proteger a sus habitantes de algún ataque pirata o de corsarios, como si las hubo en Pampatar y La Asunción, durante los tres largos siglos en que Margarita perteneció al Reino de España.

Para incentivar sobre el tema, soy del criterio que si se establecieron, conforme se desprende de las observaciones del viajero francés J.J. Dauxion Lavaysse, quien, en 1807, visita a Juan Griego, y entre las referencias de los sitios de Margarita, hace la siguiente de La Galera: “(…) Pueblo del Norte, es, como su nombre lo indica, una aldea situada al norte de la isla. Un banco de coral hace difícil la entrada a este puerto a los marinos que no sean prácticos. Dos baterías defienden las entradas de los corsarios (…)”.

También surge de la descripción hecha, en 1819, por el expedicionario británico Charles Brown, cuando identifica en la cima del cerro La Galera, conocido como El Vigía, Caparrosa o La Pintura, la “Casa de Señales”, en la que hombres allí estacionados hacían las señas convenidas, como especie de telégrafo, con motivo de acercarse a Juan Griego algún barco enemigo (…), sistema muy utilizado por los españoles durante los siglos XVI, XVII y XVIII, porque, aunque el principal puerto de la Isla era el de Pampatar, no así el único, y los enemigos podían desembarcar por una de las numerosas ensenadas en las que faltaban las fortificaciones: Juan Griego y La Galera, en la región septentrional eran de los más importantes. Cualquier invasión que se efectuará por ellos había de avanzar hacia La Asunción, entrando forzosamente por el desfiladero que llaman el Portachuelo (.…). (Heredia: 1996, p 92), y esta fue siempre preocupación de sus gobernantes.

Este es el origen del cerrado sistema de defensa que posteriormente, se desarrolló durante la primera etapa de nuestro proceso independentista, conformado, como señalé en anterior artículo, por el cerro El Vigía, en cuya cima existía una batería, el fortín Libertad, al centro, establecido en 1811, y el de La puntilla al sur-oeste, que cerraban ambas bahías con fuego cruzado. A lo que hay que agregar la construcción, a partir de 1815, de varias fortificaciones, entre estas la del cerro “El Guarataro”, como refiere el General Francisco Esteban Gómez en las observaciones que hace sobre la Historia de Margarita, escrita por el Dr. Francisco Javier Yánes “(…).

Por el mes de agosto antes de comenzar a llegar la legión irlandesa y cuando los españoles bloqueaban la Isla, se hizo un fuerte en la Punta del Guarataro con los auxilios que prestó el comercio de Juangriego; el General Sandreschi, que poco antes había venido del Norte con víveres que tomó el Almirante, ayudó mucho a este fuerte (…)”. Así se logró extender el sistema defensivo, al cerrar, a fuego cruzado, en el sur-oeste de Juan Griego, los recodos de Las Piedras y playa El Remate.