Las matas de yuca y chaco serán cosechadas en diciembre. / Foto: GÉNESIS VELÁSQUEZ

20 Sep, 2016 | La tierra fértil frente a playa El Agua dio nuevamente sus frutos a los agricultores que con constancia y trabajo duro cultivaron el suelo. En esta ocasión, como en otras, la patilla fue su gran fuerte, aunque la poca disposición de agua para el riego fue un factor determinante para lograr superar las expectativas.

Emiro Subero, a sus 78 años, trabaja día a día la tierra que lo vio crecer. Desde los cinco años este margariteño ve en la tierra y su cuidado la oportunidad para ser productivos y sacar provecho de ello.

En un amplio terreno trabajado por Subero y otros hombres, la patilla suele ser una de las cosechas fuertes, con su característica dulzura y calidad; sin embargo, el bondadoso suelo da cabida para que los cortes de yuca, batata o chaco, auyama, ají margariteño, berenjena y tomate se den con facilidad, siempre y cuando el agua para el riego esté garantizada.

Subero relató que las patillas de estos meses se dieron con fuerza porque la lluvia estuvo de su lado; pero ahora el corte de chaco y yuca, que se cosechará en diciembre, está peligrando ante las altas temperaturas registradas en la zona y la falta de agua para cumplir con el riego de estas plantas.

Para este agricultor, la colaboración del Ministerio para la Agricultura y la Tierras (MAT) es determinante para lograr eliminar las limitaciones por la falta de agua para el riego. Explicó que desde el ministerio se desarrolla un proyecto en su terreno para la construcción de cuatro pozos para el almacenamiento de agua para el riego.

El trabajo para estos pozos ya inició, aunque por efecto de la organización de la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) los trabajos se detuvieron. Espera que esta semana el personal dispuesto para este proyecto retome la jornada para así garantizar que los cultivos en espera a su cosecha puedan tener un crecimiento adecuado.

Comercialización

En la tierra trabajada por Subero, la comercialización de los productos de la tierra se hace directamente con quien acuda al terreno en busca de la cosecha.

En muchas ocasiones la comunidad, los mayoristas o desde los hoteles de la zona, se acercan para hacer la compra de fruta e insumos que estén a la venta en este lugar donde la tierra, su trabajo y su cosecha son el centro de todo.

Entrega

Subero explicó que no todo lo cosechado en su tierra es vendido. Tanto él como quienes trabaja en la extensión de tierra toman en cuenta a las familias de la zona que no tienen la disponibilidad para comprar los frutos de la tierra, y en muchas ocasiones suelen decirles que pueden cargar con los productos que necesiten para alimentar a sus parientes.