23 Sep, 2016 | Días previos a la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados era común escuchar en supermercados, bancos, taquillas de Corpoelec y otros sitios de colas que mujeres muy emperifolladas se peleaban (en buenos términos) el derecho a ser la primera en cachetear al presidente Maduro frente a los presidentes invitados. Sobraban caballeros que juraban por su madre que le iban a patear el tasero al Jefe de Estado. Ni ellas ni ellos se acercaron al presidente.

También en días previos a la Cumbre se dijo que no se iba a vender comida, que cerrarían los negocios, que habría una especie de Estado de Sitio con vías trancadas por el gobierno, que no se vendería gasolina (excepto a los vehículos oficiales). Todo fue normal; sólo aprovecharon el rumor los comerciantes, que ganan en las buenas o en las malas.

Lilian Tintori. actriz, deportista y activista de la clase política, aseguró que se harían “Cumbres del pueblo” en todo el país para demostrar quién tiene la mayoría. No se vieron por ningún lado. Sólo las reportó como realizadas El País de España.

Javier Vivas Santana aseguró que el gobierno estaba interfiriendo las señales de televisión para que los invitados no viesen Globovisión y algún otro canal privado. Para mala leche del compañero, los integrantes de las delegaciones se rieron porque precisamente estaban viendo el programa donde se leyó el mensaje de Vivas Santana. La MUD apeló a rezos, sortilegios, brebajes, pócimas, encantamientos, hechicerías para ver si alguien del cielo o del infierno le echaban un vainón a la celebración de la Cumbre. Nada les funcionó. La misma MUD tenía una convocatoia para el 14 de septiembre; 14 días después del anunciado último día del gbierno de Maduro. Nadie sabe si se cumplió, se suspendió o se esfumó.

El profesor Celis González, líder gremial de los docentes, llamó “chulos” a los Presidentes invitados. Cuando alguien le explicó la historia del Movimiento de los No Alineados, quiso hundirse bajo la tierra. Hasta sus compañeros más cecanos le sacaron el cuerpo.

Los muchachos del PSUV y algunos mayorcitos, militantes del chavismo, le cogieron los puntos de concentración de los escuálidos más radicales; allí donde ellos ponían piedras en la vía, lanzaban cohetes, amenazaban, interrumpían el tráfic, atropellaban personas de la tercera edad. Ni se aparecieron.

La Cumbre fue el momento clave, el instante justo, parar armar una protesta, formar un embrollo, irrumpir en un acto solemne con una bandera balnca y un SOS bien grande. Nadie lo hizo. Todos y todas se portaron tan bien que aburren. La Cumbre fue un éxito, sólo El País de España dijo que se realizó en medio de críticas. En realidad las críticas fueron tan débiles que ni la militancia de la MUD se enteró que su dirigencia estaba molesta con el evento. Julio Borges se vino con días de antelación a Margarita. Algunos ilusos (ilusas) le brindaron una cena, creyendo que el tercio venía a realizar un acto heroico en la Cumbre. No hizo nada. ¡Qué vaina con los coberos!