27 Oct, 2016 | Cuenta la tradición bíblica que en el mundo solo se hablaba un idioma. Los hombres en su ambición por ser mejores que Dios, empezaron la construcción de una torre que fuese lo más alta posible para que llegara y sobrepasara los confines del Creador. Yahvé al enterarse entró en cólera y muy enojado dijo “He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan los unos con los otros”. Babel significa confundir. En Venezuela al parecer se vive un momento de gran confusión donde la ambición por el control del aparato del Estado, es decir, del poder, nos está conduciendo por un camino peligroso, capaz de llevarnos al precipicio.

Todo indica que el momento para el dialogo ha llegado y esta oportunidad no debe ser desaprovechada. Para buena parte del pensamiento antiguo, el dialogo no era solamente uno de los modos en que puede expresarse el discurso filosófico, sino que es su modo propio y privilegiado, toda vez que dialogar es conversar, discutir, polemizar, un preguntar y un responder entre personas asociadas o no en un asunto que les es de interés. La paz de la República es de interés para todos los que aquí habitamos. No entendernos es pretender vivir en la barbarie, regresar a las cavernas, es tratar de edificar una nueva torre de babel para no llegar a nada provechoso, desperdiciando el tiempo y los recursos. La expresión natural para el entendimiento radica en el dialogo franco, respetuoso, sin tapujos, sin arrogancias y con sumo grado de respeto y de tolerancia. Dialogar es reconocer que el otro existe. Es extender puentes de buena voluntad y procurar entender razones, allí donde la razón se confunde y en lugar de que reinen las ideas, se impongan las trompadas a lo mero macho. "Hay que derribar los muros de la desconfianza y del odio promoviendo una cultura de reconciliación y solidaridad", ha dicho el Papa.

El papa Francisco ha sostenido que no puede haber paz sin dialogo. Francisco sostiene que "El diálogo es muy importante para la propia madurez. Es cierto, existe un riesgo: que si en el diálogo uno se cierra y se molesta, se puede pelear y ese es el peligro. Y eso no está bien, porque nosotros dialogamos para encontrarnos, no para pelear". Por la intermediación papal, representantes del presidente Maduro y de la Oposición tienen previsto viajar a la isla de Margarita e instalar unas mesas de trabajo en búsqueda de un entendimiento que coadyuve a que la buena marcha de las actividades públicas prosiga en paz. Ojalá que no se le ocurra a nadie darle una patada anticipada a la mesa y en Margarita la Santa Virgen Del Valle ilumine a los dialogantes irradiándoles de fe en el encuentro de soluciones que hagan reinar la armonía. Recordemos que esta Patria es de todos; ella está esperando y no merece que le quedemos mal a nuestra historia, a nuestra estirpe, a nuestra grandeza libertaria y al amor profundo que debemos brindarle. No permitamos que nos roben el sueño de ser felices. Dialoguemos por ello. Por encima de las vilezas humanas, la Patria vencerá.