Horas de dedicación necesitan las plantaciones, para tener un buen producto, y ese es el deseo de este agricultor. / Foto: GÉNESIS VELÁSQUEZ

22 Nov, 2016 | Con mucho esfuerzo, Catalino Rivero ha sacado adelante sus sembradíos en Brisas de Guatamare, municipio García. No ha sido fácil, sin embargo, continúa con ímpetu y apasionamiento.

Ya tiene cinco años trabajando en este lugar y expresa con un brillo en la mirada que se dedica a esto desde niño, pues su padre y abuelo fueron agricultores y creció en el campo. Rivero es nativo del estado Sucre, pero tiene ya muchos años en la Isla, por lo que se siente margariteño y busca cada día tener la mejor cosecha para ofrecer.

En la actualidad tiene sembradas 50 matas de cambur, 80 de plátano, 100 de yuca, además de batata, topocho, berenjena, ají dulce, pimentón y lechosa, entre otros rubros. Comenta que cuando está lloviendo, como ahora, todas estas especies se le dan muy bien, pero en tiempos de sequía lo único que tiene buena resistencia es el topocho.

AGUA RACIONADA
El labriego comentó que actualmente el conuco está verdecito gracias a los recientes aguaceros, pero el suministro de agua por tuberías sólo llega cada 15 días y no cuenta con un reservorio del recurso hídrico para regar las plantaciones, por lo que eso se le pone difícil y muchas veces pierde los productos. “Aquí lo que necesito es que llueva; si no llueve, estamos mal”.

Por otra parte, comentó que no le gusta usar ningún tipo de insecticidas ni productos químicos en sus plantaciones; si se le presenta alguna plaga, la trata con cal o cenizas, solamente coloca veneno para atacar a las hormigas ya que hay muchas, pero le gusta trabajar de manera natural pues así lo aprendió de su familia.

Rivero también comentó que tiene a una persona cuidando y vigilando, sobre todo durante las horas de la noche, para no tener inconvenientes con la delincuencia. Según relató, a algunos vecinos suyos se les han metido en las tierras y les han robado parte de sus cosechas.

Este hombre del campo cuenta siempre con la ayuda y respaldo de su esposa. La familia dedica el día y en oportunidades horas de la noche a la brega en el conuco.