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Jóvenes margariteños no usan las bibliotecas locales
La revolución digital ha cambiado drásticamente la forma de estudiar de los adolescentes neoespartanos. Las bibliotecas han pasado a segundo plano.
Sabrina Salazar | @ssalazarod

Foto: GÉNESIS VELÁSQUEZ

A diferencia de los universitarios, los estudiantes de educación media no suelen visitar las bibliotecas neoespartanas. / Foto: GÉNESIS VELÁSQUEZ

22 Nov, 2016 | La era digital ha cambiado de manera radical los hábitos de estudio de los liceístas neoespartanos. Ya el uso de los libros se volvió obsoleto y en las bibliotecas locales, la afluencia de lectores es sumamente pobre.

Ante esta situación, en la Biblioteca Pública Central "Loreto Prieto Higuerey" en La Asunción, se encargan de fomentar de manera constante el uso del material impreso.

Yanixa Alfonso, encargada de las salas de lectura, expresó que a pesar de que el internet ha ocupado muchos espacios educativos, los libros siguen en uso.

“Incentivamos a los muchachos a que utilicen los libros, ya que actualmente están sometidos al internet. Ofrecemos servicio web gratuito en nuestras instalaciones, pero tenemos como prioridad que los usuarios no dejen de leer el material impreso”, expresó Alfonso.

Rómulo Brito, encargado del lobby de la mencionada biblioteca, asegura que la afluencia ha mermado de manera significativa. “Los maestros actualmente no se preocupan por la procedencia de la información que los jóvenes manejan, no revisan las actividades y por esto los estudiantes lo que hacen es copiar y pegar”.

Agregó que hace aproximadamente seis años, en las instalaciones de la biblioteca, se hacían colas para poder ocupar una de las mesas de lectura. Los temas de estudio no han cambiado, en relación con unos cinco o seis años atrás, pero las herramientas utilizadas son completamente distintas.

Los muchachos aseguraron que en los libros no consiguen toda la información que necesitan. En su repertorio de lectura, en el mejor de los casos, tienen a un libro corto y sencillo para leer, pero la juventud neoespartana -en su mayoría- prefiere invertir sus horas libres en redes sociales.

La costumbre de leer libros se ha perdido a tal punto que a los jóvenes se les dificulta el uso de los mismos. El internet se ha convertido en el mejor aliado para salir del paso de una manera fácil de las obligaciones académicas y las consecuencias de esto pueden resultar perjudiciales para la calidad del sistema educativo.




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