11 Ene, 2017 | A pesar del empeño de la oposición de hacer el ridículo en la Asamblea Nacional. Y de la cúpula de la iglesia venezolana empeñada en desobedecer al propio Vaticano para tumbar al gobierno, Maduro está claro en sus metas y luchas. Siempre convoca a los factores involucrados en la producción y distribución, sincerándose, sin ocultar las realidades, que incluyen fallas en uno y otro lado. De esta manera, llama a deponer actitudes antipatria y el estado de ánimo de odio que daña tanto al que lo genera, como al que lo recibe. Sus frutos son frustración y fracaso. Maduro siempre llama al diálogo, que ha sido rechazado sistemáticamente por los opositores, a quienes invita a participar o al menos a inhibirse de hacerle daño al país, que si prospera sería en bien de todos. La invitación que hizo a los empresarios fue respondida en términos numéricos, mejores a lo esperado y aparentemente dispuestos a apoyar la gestión de gobierno.

Entretanto ¿Qué va a pasar con el campo de acción más importante que tiene la oposición: la Asamblea Nacional? Por ahora, sigue en desacato igual que la vieja directiva y el cumplimiento de lo que tenían programado, es decir el absurdo de declarar al Presidente en abandono del cargo, un descabellado plan fuera de toda realidad y legalidad, sin basamento, ni en las leyes, ni en la Constitución. Ellos van por un lado y el país por el otro. Sin embargo, se la pasan hablando del pueblo ¿Cuál pueblo? El que se equivocó al llevarlos a la Asamblea y que hoy luce arrepentido ante tanto atropello y mentiras.

Asombrados de lo que han visto y falta por ver. Seguimos todavía con las colas y la escasez, esperamos sea corregido con los CLAP, que supuestamente alcanzarán a la masa poblacional a la cual todavía no han llegado y que podría ocurrir a medida que se amplíe el campo de acción con las tiendas de alimentos anunciadas. Con ese fin fue invitada la empresa privada. Esperemos que se incrementen las medidas para disminuir el bachaqueo y la escasez forzada de los productos alimenticios. Diálogo por siempre. Así lo pide el papa Francisco y la mayoría de los venezolanos ¡Viva la paz!