15 Ene, 2017 | El Estado Nueva Esparta está bajo una real Sedición Delictiva que tiene en jaque a todos los sectores de la colectividad, habiendo generado un tenso clima de inseguridad, angustia, rabia e impotencia que, como corolario lógico, el pueblo percibe y siente que el Estado ha fracasado, en su rol primigenio de garantizar niveles adecuados de seguridad personal y patrimonial a sus gobernados.

La gente desespera ante los ejercicios retóricos sobre la inseguridad. La policía actúa sin recursos. La justicia no funciona a cabalidad. La legislación no responde a las nuevas realidades del delito y poco se hace en materia de prevención del crimen. Se han hecho los diagnósticos, se han presentado soluciones, pero hay una larga distancia entre lo que se dice y lo que se hace.

La situación que ahora confrontamos del auge del delito es muy grave, pero igualmente grave es la percepción de inseguridad como estado de ánimos colectivo que se transpira en la vivencia diaria del neoespartano y de quienes nos visitan.

Se puede decir que existen dos vertientes del problema, que se deben tomar en cuenta para una política de estado cuyo propósito sea restablecer un clima de seguridad “Es importante y a la vez un deber, insistir hasta el cansancio, en que la inseguridad, como realidad objetiva y como percepción subjetiva, constituye la mayor angustia de los margariteños y los cochenses”.

Sin embargo, lo más grave es que la autoridad competente continúa comportándose como si nada estuviera ocurriéndole a la seguridad personal de los Neospartanos mientras que la realidad es que la ofensiva del hampa común ha tomado a todo el mundo desprevenido, o mejor dicho, a casi todo el mundo, ya que las pocas personas que aun no han sido atacados por la delincuencia, están mentalmente atemorizadas en una especie de paranoia colectiva esperando para que ello ocurra, y otras han optado por auto imponerse su propio toque de queda frente al alarmante y creciente auge de la inseguridad, lo que nos sitúa ante una Sedición Delictiva la cual tenemos que combatir todos, como un solo ente y como un solo gobierno.