16 Feb, 2017 | ¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos!, palabras pronunciadas por Porfirio Díaz y que hoy tienen una plena vigencia ante las bravuconadas proferidas por Mr. Donald Trump de arremeter contra la población mexicana más humilde que, exponiendo sus vidas, traspasan la frontera en busca del “sueño americano”.

Se cuenta que, recientemente, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto llamó a su homólogo asimétrico y, tratando de ser simpático y de ablandar las tensiones, apeló a los versos de famosas canciones mexicanas y le dijo al través del hilo telefónico: Donald, te estás mostrando tal cual el Rebelde que cantaba Miguel Aceves Mejía. Te recomiendo te tomes Una tequila con Limón como lo hacía Jorge Negrete y luego date la Media Vuelta y evita que una Paloma te haga cucurrucucuuu. Creo Donaldcito que estás tomando de una Botella Envenenada que pensé se la había consumido toda Lola Beltrán. Hermano mío, si los poderes fácticos Nos Dejan, nos vamos a querer toda la vida: por qué no Te Acercas Más, Despacito como canta José Alfredo Jiménez y nos vemos Allá en el Rancho Grande donde no hay Nube Gris y Pedro Infante estará con su guitarra.

Trump, conocedor de la música mexicana, le respondió: Peña, tal como lo canta Pedro Vargas tú Has de Pagar por mi muro y que te Vaya Bonito manito. Conmigo no te vengas a echar de Juan Charrasquero por cuanto en mí siempre tendrás un yanqui dispuesto a Volver y Volver. Recuéstate en tu Cama de Piedra y baila tu Jarabe Tapatío que bien te sienta. Yo creo que es mejor que Cantes Conmigo y, como dice Lola Beltrán, Tómame o Déjame.

Peña Nieto dejó escuchar sibilinamente un conocido refrán mexicano que seguro Trump escuchó: “Amárrate las agujetas o te vas a dar un renazo”. Trump, amárrate los zapatos o te caerás y lastimarás.

Las tensiones entre México y EEUU se tornan cada vez más ásperas. Trump ha amenazado a las empresas norteamericanas que fabrican sus productos en México donde han encontrado condiciones financieras, tributarias y laborales muy acordes con sus exigencias de maximizar las ganancias. De marcharse las empresas de México, la ola de despidos sería sin precedentes en un país que cuenta con más de cincuenta millones de pobres. Todo esto se agrava con la pretensión de Trump de construir un enorme y costo muro a costa del erario público mexicano. Parece que los efluvios de tequila y los guayabos de las rancheras están causando mal efecto en Trump.

Por esas cosas de la tecnología, la conversación de Trump con Peña Nieto se ligó y John Lennon, que los escuchaba, les dijo a ambos: Imagínense que no existe el cielo debajo de sus países, que comparten un infierno. Imaginen que sus países no existen, que no tienen fronteras y que no hay nadie por quien matar o morir. Imaginen que no tienen religión y que mexicanos y norteamericanos anhelan vivir en paz. Tal vez piensen ustedes que soy un soñador –les dijo Lennon- pero no soy el único. Espero se nos unan y el mundo vivirá como uno. Ojalá lo escuchen.