21 Feb, 2017 | Cuando BusMargarita comenzó labores, el asunto pintaba muy bien: unidades excelentes, cumplimiento de horario en las rutas, conductores atentos, y pasajes más barato que en las líneas tradicionales. Así marchó los primeros meses el novedoso programa del Gobierno regional, cosechando múltiples elogios.

Lamentablemente, con el paso del tiempo, el servicio ha desmejorado. Poco a poco el deterioro hace mella en los buses y muchos lucen sucios. El incumplimiento de horarios es notorio, con usuarios en largas y penosas colas a pleno sol, sin saber si hay automotores disponibles para sus destinos, y, lo que es peor, sin nadie que informe ante el frecuente reclamo de las personas.

Algunos choferes no entienden o poco les importa, que están prestando un servicio público y que las unidades no son de su propiedad. Solo están pendientes de cobrar, pero no de que los puestos reservados a los mayores, discapacitados y embarazadas sean utilizados por otros, haciéndose los locos frente los abusadores. Además, colocan música de lo peorcito, como groseros reguetones, a alto volumen, sin respetar a nadie.

También nos vendieron la idea de que era un servicio más barato que el de las líneas particulares, por ser del gobierno y no tener finalidad lucrativa. Y así fue en un tiempo, cobrando tarifas populares; incluso, desde la Gobernación destituyeron a su presidente por aumentar el menor pasaje de 25 a 60 bolívares; sin embargo, al poco tiempo lo elevaron a 80 bolívares. Total, que ya la gente dice que BusMargarita salió como lancha cochera, pero se quedó varado en el medio del mar.