23 Feb, 2017 | El 24 de abril de 1965, Ernesto “Che” Guevara arribó al Congo, país que había solicitado de Cuba ayuda para el entrenamiento de su Ejército. Meses antes, los paracaidistas belgas habían intervenido en ese país, masacrando a la población y dinamitando la estatua del líder Patrice Lumumba. El “Che”, al arribar al Congo, denunció esa situación y dio un discurso donde afirmó: “La bestialidad imperialista no tiene límites ni fronteras. No se puede confiar en el imperialismo ni un tantico así, nada”.

Recientemente publiqué una nota, comentando el discurso de Trump al juramentarse como el 45° presidente yanqui el pasado 20-01-2017. Algunos no creyeron lo que escribí y manifestaron sus reservas. Dije en esa oportunidad que el nuevo presidente norteamericano venía duro y curvero y que sus amenazas debíamos tenerlas muy en cuenta. Apenas un mes en el cargo y Trump, en sus acciones contra Venezuela, me está dando tristemente la razón y no me vanaglorio de eso. Los ataques contra el Vicepresidente venezolano muestran cuál será el signo del gobierno de Trump contra nuestro Gobierno y pueblo.

La historia de las agresiones de EUA a los pueblos de América Latina y el Caribe, si algo demuestra, es que el imperialismo NO va a permitir que su área “natural” de influencia, de dominio y de hegemonía, se vea alterada por ningún motivo. El cerco contra Venezuela ya está montado. El Decreto de Obama declarándonos “amenaza inusual y extraordinaria”, es el instrumento para que el trumpismo y sus aliados serviles intervengan en los asuntos internos de la patria de Bolívar. No olvidemos el caso de Panamá con Noriega, con todo y sus diferencias.

Los valores del trumpismo, o mejor dicho, sus antivalores, su estructura epistémica es casi la misma que la que han tenido la mayoría de los presidentes norteamericanos. Seguramente que su valor histórico correrá la misma suerte. Esa cosa llamada Trump está bien claro en lo que tiene que hacer contra nuestro país. No nos dejemos alucinar con apariencias vanas, sepamos bien lo que debemos hacer y lo que debemos parecer.

Estemos muy claros nosotros, los venezolanos todos, en lo que tenemos que hacer frente a esta concreta amenaza imperial. Lo peor que nos puede ocurrir es mostrarnos indiferentes o neutrales. Como le escribió Bolívar a Leandro Palacios el 7 de agosto de 1817, “Es un escándalo y una vergüenza para nuestro país que haya todavía compatriotas que vean con indolencias los sacrificios que hacen sus hermanos por la Patria y que ellos se queden en la inacción de simples espectadores”. No olvidemos, como lo vaticinó Bolívar, que al Norte del Continente Americano está una gran nación muy rica, muy belicosa y capaz de todo. Con el Che digamos, a Trump no se le puede creer ni un tantico así y menos que así, o sea pues, ni una ñingüita.