Ángel Marino Ramírez es creador de las “Decimérides poéticas”. / Foto: GLADIFER ALBORNOZ | @gladiferalbornoz

23 Feb, 2017 | Galeronista, poeta y músico, director de grupos corales, escritor, licenciado egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) como profesor de Lengua y Literatura. La vida de Ángel Marino Ramírez es todo un remolino de situaciones. Con ímpetu canta el galerón vestido como “El Estudiante de Oriente”. Las canas ya le pintan más madurez, y un rosario cuelga de su cuello. Con él marcha la devoción por la Virgen, la fe cristiana, el optimismo y una familia, con su esposa Nury, quien no lo desampara ni de noche ni de día.

A su compañera la conoció en la Universidad de Oriente; ella estudiaba Turismo y compartían la extracátedra de la coral. Fue amor a primera vista y él por la radio le dedicó unas décimas, que aun cuando ella no las oyó el mismo día, sí hubo luego tiempo para repetírselas… hasta que vino el “sí” deseado y de esa manera permanecen juntos.

Como galeronista comenzó en la UDO, en un acto al cual asistían su idolatrado José Ramón Villarroel, quien lo guió y le dijo cómo se rimaba.

Y es que este género es exigente y más aún la improvisación. “Para ello hay que prepararse mucho, conservar siempre hasta ‘una carta bajo la manga’ y hasta recurrir a veces a algunas ‘mañas’, dijo.

“El decimista tiene que saber que para hacer una décima hay que hacer diez versos, y ver con cuáles debe rimar. Cada línea debe tener ocho sílabas métricas, 80 en total...”.

Lamenta que a los niños galeronistas no se les esté enseñando a improvisar, pues eso sí puede acabar con la tradición, opinó el creador de las llamadas “Decimérides poéticas”, las cuales no son más que efemérides y hasta ahora tiene listas casi 300.