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Aguas servidas y el hampa cercan la urbanización Luisa Cáceres El asentamiento adyacente a la planta eléctrica presenta fallas en casi todos sus servicios. Los habitantes piden a las autoridades poner fin a los robos. Sabrina Salazar | @ssalazarod
La urbanización Luisa Cáceres de Arismendi está inundada de aguas negras y la falta de iluminación preocupa a los residentes. / Foto: JHONNATAN BENITEZ | @jhonnaphoto 23 Mar, 2017 | El conjunto residencial Luisa Cáceres de Arismendi, ubicado en La Isleta I, municipio Mariño, presenta graves problemas por botes de aguas blancas, aguas servidas, falta de luminarias y de cercado que afectan de manera significativa la calidad de vida de quienes allí cohabitan. Desde la entrada se evidencia el avanzado deterioro de las calles, cuyo asfaltado por falta de mantenimiento ha cedido, dando paso a grandes huecos en el sector. Los botes de agua se extienden alrededor de todo el urbanismo. Algunos tienen más de seis meses de antigüedad, por lo que han degenerado en hedores que incomodan a los propietarios de las viviendas. Asimismo, las aguas negras están desbordadas, con lluvia o sin ella. Estas personas padecen el abandono de las autoridades competentes, que son las únicas que tienen la maquinaria y los recursos para reparar las tuberías de aguas servidas; éstas con la llegada de las precipitaciones aumentan en volumen, drenan la podredumbre por encima del nivel de las aceras e ingresan a los hogares cercanos, trayendo consigo alimañas y enfermedades infecciosas. Perjuicios Uno de los problemas que más preocupa a los residentes es el decadente servicio de iluminación que propicia la tarea de los amigos de lo ajeno. Omar López, propietario de una vivienda, comentó que los malhechores hurtan el cableado y los transformadores eléctricos para dejar sin luz a las calles o casas y así hacer de las suyas. Aseguró que han acudido a la empresa responsable del servicio eléctrico para que reparen los postes de luz, pero ésta responden con negativas. Desprotegidos Además de la oscuridad en la que vive la urbanización Luisa Cáceres de Arismendi, los propietarios están vulnerables ante los actos delictivos ya que la pared que los cercaba se derrumbó. El referido muro limitaba con Corpoelec, empresa que -según los residentes del urbanismo en cuestión- debe hacerse responsable por el deterioro de la pared. Añadieron que los desperdicios de Corpoelec son lanzados a la laguna Las Marites, lo que ha tenido como consecuencia la contaminación de este reservorio natural. Los residentes de la mencionada urbanización hacen un llamado a las autoridades para ponerle un freno a la inseguridad y al progresivo deterioro de este urbanismo.
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