19 Abr, 2017 | Imposible calificarlos de otra manera. Eso no es hacer política. Es terrorismo. Pretenden llenar de violencia y muerte a nuestro país para provocar una intervención extranjera. Tal como han confesado algunos jóvenes detenidos, los contratan para hacer destrozos en instituciones públicas y privadas, con la finalidad de sembrar el terror en la población. Además, lo hacen para que llegue toda esa violencia al exterior y se formen la imagen de un país en llamas, en la búsqueda de una invasión.

Ni siquiera respetaron la Semana Santa para continuar con sus planes violentos, lo que es más grave, con la complicidad de la cúpula de la Iglesia, tal como se vio en Santa Teresa el pasado Miércoles Santo, día del Nazareno de San Pablo, cuando la misa terminó a empujones por el discurso del inefable cardenal Urosa Savino. Hasta ese extremo han llegado. Hoy 19 de Abril, cuando se cumplen 207 años del inicio de la lucha por nuestra independencia del dominio español, fecha de patriotas, esa oposición apátrida anuncia una marcha cuya única finalidad es sembrar el terror para tumbar al gobierno. Seguramente aspiran a utilizar sus bandas criminales contratadas, sus grupos vandálicos organizados, para generar violencia y crear ingobernabilidad, ya sabemos con cuáles fines.

Hasta ahora han causado destrozos en liceos, instituciones de salud, urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela, Mercal, centros culturales y también a negocios privados como ocurrió en los Teques. Nadie les niega el derecho a manifestar pacíficamente, pero cómo confiar en ellos después de lo que ha sucedido. Hoy es día de patriotas, no de terroristas, por eso la población que quiere paz y que representa el 87% de los venezolanos, según la última encuesta de Hinterlaces, sale hoy a marchar en todo el país.

Esperamos que prive el buen juicio. Aunque ya sabemos que son capaces de cualquier cosa, tal como lo han demostrado. Durante sus manifestaciones violentas actuales han fallecido cinco personas y causado destrozos con pérdidas de 50 mil millones de bolívares, todo para impedir que la economía repunte. Tal como hicieron con el paro petrolero de 2002, cuando se perdieron más de 20 mil millones de dólares, de lo cual todavía no nos hemos podido recuperar. Así ayudan a su patria. Son unos desalmados.