24 Abr, 2017 | El escenario actual que vive nuestro país muestra una gran conflictividad social, cuya solución requiere del esfuerzo de todos los sectores, sin exclusión alguna. Es tan grave el grado de conflictividad que necesariamente todos aquellos interesados en un cambio real debemos actuar, dejando de lado los intereses particulares para centrarnos en un sólo objetivo: detener el caos y la violencia en que vivimos, que solo trae como resultado la actuación de los diferentes órganos de seguridad del estado y, por ende, bajas importantes en nuestra población civil.

Es por ello que se hace necesario iniciar un proceso de diálogo en el país, sobre todo con la finalidad de reconciliar las fuerzas políticas de Venezuela, en donde se establezca en primer lugar, una comisión de la verdad y la justicia, para que esta examine las responsabilidades de los hechos derivados por la violencia en estas últimas dos semanas, en segundo lugar, el preservar el equilibrio de poderes, en tercer lugar, buscar salida a la difícil situación socioeconómica del país, especialmente el tema relacionado a la provisión de alimentos y medicinas, claro todo esto enmarcado en el contexto de la búsqueda de la gobernabilidad democrática que anima todos los sectores del país, sin consideración a las preferencias ideológicas.

Pero para que esta propuesta de relanzamiento del diálogo de convivencia democrática, camine sobre bases firmes, el gobierno y la oposición deben reconocerse entre sí y respetarse. Este reconocimiento mutuo supone que el gobierno contribuya al pleno restablecimiento de las competencias de la Asamblea Nacional limitadas por varios fallos del Tribunal Supremo de Justicia y que la oposición en su turno reconozca la legitimidad del presidente Nicolás Maduro y sus derechos constitucionales hasta el final del período para el cual fue elegido de una manera absolutamente democrática. A partir de esa coincidencia se debería acordar una agenda electoral, una hoja de ruta legislativa para temas sociales, económicos y un mecanismo de seguimiento para verificar el cumplimiento de los acuerdos que resulten de la nueva fase.

Solo con el diálogo y la paz como punto de partida, lograremos que cese la violencia en Venezuela, sobre todo porque el diálogo es el único método pacífico ideal para disminuir la conflictividad, pero no obstante, requiere de la buena voluntad de los sectores en pugna, y tenemos como ejemplo a nuestro vecino “Colombia” en donde el diálogo y la paz fueron el punto de llegada después de medio siglo de violencia y, que para nuestro país esta solución pueda ser igual de exitosa.