17 May, 2017 | Los seres humanos y el conjunto de las especies de nuestro planeta experimentan serios problemas de desequilibrios atmosféricos, tanto por las inundaciones en grandes extensiones de tierras producidas por las lluvias copiosas, como por las inexistencias de estas precipitaciones, las cuales ocasionan sequías prolongadas. La aparición de estos fenómenos en la naturaleza es cada vez más frecuente y de mayor intensidad poniendo en peligro la dinámica de la biodiversidad, y la extinción de la existencia de la vida.

Esta realidad es causada por el calentamiento global, o sea una alteración climática generada por la contaminación ambiental, y esta a su vez, derivada por los actuales modelos en “materia de desarrollo” de las naciones que hemos aplicado hasta nuestros días, propiciando un uso desmedido e irracional de los recursos naturales.

Las actuales medidas tomadas en materia de desarrollo de las naciones han originado el proceso de industrialización, provocando cambios significativos desfavorables por el uso masivo de recursos naturales. Asimismo, este “desarrollo” como producto de las emisiones de humo que impregnan sobre la atmósfera y desechos tóxicos, vertidos en los ríos y mares, pone en peligro la biodiversidad en el planeta. En tal sentido, las estadísticas publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012, señalan que fenecieron aproximadamente 7 millones de personas en el planeta, a propósito de la exposición a la contaminación atmosférica, es decir, una de cada ocho del total de muertes mundiales responde a este flagelo.

Por su parte, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) presentó en su informe estadístico, que la contaminación atmosférica ha producido cambios climáticos. En 2014 el promedio de la temperatura global superó 0,5 grados centígrados a la media registrada entre los años 1961 y 1990. En la costa oeste de los Estados Unidos, algunos países de Europa, parte de África y Sudamérica, la alta temperatura alcanzó niveles extremos, mientras que en la costa este de los Estados Unidos y Canadá las temperaturas de frío fue baja en consideración a la media. Las lluvias casi alcanzaron el máximo histórico, ocasionando inundaciones en la India, Sri Lanka, Pakistán, península Balcánica y Bangladesh. En la región africana los países afectados fueron; Mozambique, Marruecos, Tanzania y Kenya, mientras que en nuestros países lo más afectados para ese entonces fueron: Argentina, Paraguay y Brasil.

Esa praxis de desarrollo también ha generado distintos y graves problemas de inestabilidad en los ecosistemas, alterando su funcionamiento y ciclo regenerativo. En consecuencia, la actual problemática debe ser atendida con urgencia, razón por la cual, para dirimirla es imperativo e ineludible la participación de la educación en todos sus niveles y de manera especial la universitaria, por ser esta un factor con capacidades y eficacia en la transformación de la vigente cultura en las relaciones económicas, con una visión hacia la promoción del desarrollo sostenible que garantice la conservación ambiental; lograda a través de la función educadora y formadora de nuevas culturas, valores y éticas en los futuros profesionales y la sociedad en general.

En síntesis, la educación universitaria se constituye es un factor indispensable para dirimir el problema del calentamiento global, a través del logro del desarrollo sostenible, por ser la institución educativa capaz de generar influencia significativa en la sociedad en pro del cuidado ambiental, a saber, para la concreción de la sostenibilidad en el planeta. Su acción coadyuvará a repensar la lógica de la explotación ilimitada de los recursos naturales, maximización de la producción y las conductas de consumismo de la sociedad.