21 May, 2017 | Un derrame de petróleo se considera un desastre ecológico o un ecocidio, dependiendo de la magnitud de los daños que provoca el vertido. Se produce debido a un accidente o práctica inadecuada que contamina el medio ambiente, especialmente el mar, con productos petroleros. Sus efectos pueden llegar a ser muy persistentes en el tiempo, durante décadas.

¿Cuántas veces en tu vida habrás escuchado del derrame de petróleo en algún lugar mundo? ¿Te imaginas lo que esta mancha negra y oleosa que se desparrama sin control en las aguas de los mares, puede llegar a provocar? ¿Qué piensas cuando escuchas que personas están limpiando el petróleo de las playas, aves y fauna marina? ¿Cuál es el daño que provoca a la salud humana y al medio ambiente estos derrames de hidrocarburos? ¿Cuánto demorará un ecosistema en recuperar su normalidad luego de un accidente de esta naturaleza?

Todas estas preguntas no se la habían hecho jamás la mayoría de ciudadanos de un estado que cuenta con las playas más lindas de Venezuela. Hablamos de Nueva Esparta, pues siendo nuestras islas una vitrina turística por sus playas extraordinarias, fueron afectadas recientemente en una cantidad aún no precisada las playas: El Agua, La Caracola, Guacuco, Parguito, El Cardón, El Humo y El Tirano, por el derrame de fuel oil procedente de la Refinería Pointe-à-Pierre, operado por la empresa estatal Petrotrin, ubicada en Trinidad y Tobago.

La mayoría de nuestros pobladores no sabían antes de esta tragedia ambiental la magnitud del daño que puede causar un derrame de hidrocarburos en la salud humana: puede provocar vómitos, náuseas y problemas respiratorios; dañar una de las principales fuentes de trabajo del estado en estos momentos, la de los pescadores artesanales.
Aunado esto al daño irreparable al medio ambiente y al ecosistema, la incidencia negativa en el turismo, a las aves, los peces, las tortugas, así como la diversa fauna marina que cohabitaba en los sitios afectados.

Indiscutiblemente se requiere que frente a esta afectación sean demandadas las responsabilidades e indemnizaciones al Gobierno de Trinidad y Tobago, así como a la empresa Petrotrin, por el desastre ecológico que le causaron a nuestras principales riquezas naturales, de modo que no solo nos conformemos con haber controlado la situación en un 95%, sino que la recuperaremos totalmente en un 100% todos los sectores afectados, como es el debe ser, ya que por ley y según los convenios internacionales: “El responsable del derrame es quien debe asumir los costos del daño causado”.