23 Jun, 2017 | Resulta increíble el cinismo y la política intervencionista del Secretario General de la OEA, acompañado por los gobiernos de varios países del continente, al pretender emitir un documento donde se exigiese la no realización de la Asamblea Nacional Constituyente; tema correspondiente a la política interna del país y en la cual nadie puede inmiscuirse. Corresponde a nosotros, las venezolana y los venezolanos, resolver el asunto. En este sentido, la oposición venezolana ha resuelto, de forma unida, no participar en la convocatoria argumentando sus razones. Es inadmisible que sea el canciller de México quien aúpe la moción contra Venezuela si se toma en cuenta que este canciller ha sido sumiso al extremo ante las agresiones de Donald Trump contra los mexicanos.

En Venezuela, el tema de la Constituyente nos envuelve en contradicciones, o que resulta lógico en un país divergente, plural, diverso y de abierta participación. Tan contradictorio que fueron sectores importantes de la oposición los primeros en proponer la realización de la Asamblea Nacional Constituyente como un recurso constitucional, de participación popular y de debate para salir de la crisis.Ahora se opone de manera violenta a ese recurso. Esa misma oposición sostiene, estadísticas en mano, que el 90% de los venezolanos rechaza al gobierno del presidente Maduro; al mismo tiempo que alegan que no van a la Constituyente porque ese gobierno tiende una trampa con los constituyentitas electos por sectores. Pero 364 constituyentitas serán electos de la forma tradicional, sin pasar por una previa elección en los sectores. Si ellos tienen el 90% de los botos, obtendrían 327 curules, más los sectoriales entre los empresarios, estudiantes y trabajadores, si consideramos que controlan la mayoría de los sindicatos. Pero, bien, a pesar de esa mayoría, no participan. Les queda el voto negativo contra la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ese 90% votorá NO en el referéndum para aprobar o no la Carta Magna. Se perderá dinero, tiempo, trabajo de miles de personas, pero ellos ganarán.

La Constituyente también tiene adversarios en sectores chavistas. Acusan a Nicolás Maduro de no convocar a un referéndum consultivo; paso al que no está obligado al Presidente, independientemente que sea más participativo. Señalan que la Carta Magna debe quedarse así porque lo quiso Chávez. No es cierto, el camarada propuso la reforma para cambiar la Constitución. Hay decenas de discursos e intervenciones donde el líder de la Revolución Bolivariana acusó a constituyentitas chavistas de haber realizado cambios inconsultos al teto original. Pero lo más importante, dijo que se necesitaba una Carta Magna que contemplara el socialismo como meta para el país. De todas maneras, al igual que la oposición, en el referéndum para aprobar o no la nueva Constitución tienen la oportunidad de hacer mayoría.

Además, ya el CNE anunció un cronograma electoral que permitirá a la oposición y a los chavistas idos salir del gobierno del camarada Maduro en año y medio, sin necesidad de un muerto más.

Un país donde campea el hambre par todos lados, donde se muere de mengua en los hospitales, donde la Guardia Nacional asesina a mansalva a los estudiantes, donde no se respetan los derechos humanos, donde la vida o vale nada producto de la inseguridad, la oposición gana cualquier elección.