21 Jul, 2017 | Nos comentaba Doña Elodia, que no se explica como la Directiva de Los Guaiqueríes de Margarita se pudo ir con la cabuya en la pata con los impuestos municipales pertenecientes a todos los vecinos del municipio Arismendi. Esto es insólito y nos refirió cuando “Cuchito” Suniaga era alcalde capitalino y los directivos guaiqueríes de entonces, adeudaban a la municipalidad los impuestos de dos series realizadas. Al regresar a casa para una nueva serie, el propio alcalde, por oficio, les solicitó a los encargados de las finanzas de la Tribu, el pago pendiente, so pena de impedir la
realización de los juegos de la referida serie.

Los directivos apelaron y consiguieron, con un juez complaciente, un recurso de amparo que les permitiría efectuar los encuentros. Ante esta jugada de picardía, los concejales de entonces aguardamos tranquilos que celebraran su pillería y a las 6:00 de la tarde, por unanimidad, emitimos un acuerdo de cámara donde ordenábamos la paralización del evento deportivo y con el apoyo de la policía, acordonamos policialmente el gimnasio Ciudad de La Asunción, impidiendo la entrada al recinto.

La siempre tramposa directiva basquetera, viendo nuestra firme decisión, tuvo que cancelar hasta el último céntimo adeudado al municipio para poder realizar el juego del día. Fue así como, responsablemente, hicimos cumplir las ordenanzas municipales y logramos recuperar para el municipio esos importantes recursos.

Ahora bien, en esta oportunidad, ¿quién o quiénes son los responsables de la millonaria deuda que la siempre maula directiva guaiquerí tiene con el pueblo de Arismendi? Por un lado, la directiva del equipo por no honrar su compromiso y obligación de entrega al municipio de los impuestos retenidos. Por otro lado, y de igual manera, la Cámara Municipal y la Alcaldía, por incumplir con el deber y su obligación de cobro. Mientras tanto, el pueblo, como siempre, el único perdedor. ¿Hasta cuándo será esta vaina?
Allí les dejo eso. Por ahora está bueno, hasta el próximo Zaperoco.