Mientras Jesús Méndez trabaja la tierra, sus hijos lo ayudan en la venta de los dulces de lechosa. / Foto: GLADIFER ALBORNOZ | @gladiferalbornoz

25 Jul, 2017 | Jesús Méndez es un agricultor de San Juan Bautista, municipio Díaz, que tiene impregnado en sus venas el arte de la agricultura tradicional y de la dulcería típica margariteña. Desde muy joven contó con el apoyo de personas expertas en diferentes áreas, quienes le enseñaron lo que hoy en día es sustento de su vida y la de sus hijos.

Este nativo de esa jurisdicción posee un conuco de media hectárea, donde tiene sembradas unas 80 matas de lechosa, 100 matas de cambur y topocho, varios palos de yuca y 50 hoyos de fríjol.

Aunque no es muy extenso su cultivo, este trabajador de la tierra le gustaría recibir apoyo de los entes gubernamentales para seguir sembrando en otro terreno suyo, de 7.400 m2, pero al no tener los equipos y una toma de agua cercana, no lo ha podido poner a producir.

Jesús recuerda que siendo un niño, su abuelo Silvano Díaz le enseñó a trabajar la tierra.

Con unos pocos años de vida ya sabía hacer tapias y recoger cardones para acondicionar el terreno. Ya adolescente, estaba dedicado a este arte. Además, conoce de la cría de conejos, cabras, gallina y codornices.

Comentó que estos animales son ideales para la cría pues la codorniz al mes pone huevos, mientras a la gallina hay que esperarla seis meses; asimismo la cabra se alimenta sólo de pasto y en San Juan abunda del tipo que le sirve de proteína y también de carbohidratos, al igual que el conejo que con poco es bien alimentado y su crecimiento es rápido.

Aunque conoce con precisión la cría de estos animales, el poco apoyo que ha tenido de los organismos de gobierno lo ha obligado a mantenerse alejado de este trabajo; no obstante, asegura que nunca es tarde.

Él junto a sus tres hijos pequeños son conocidos por muchos, pues tienen 16 años vendiendo dulce de lechosa y piñonate en la carretera nacional de San Juan.

Jesús, quien vive y lucha a diario por sus retoños, comenta que su tía abuela Ramona Díaz le enseñó a preparar este manjar criollo siendo niño, por lo que nunca ha cambiado esta receta.

Asimismo, no olvida al señor Víctor Modesto, quien a los 10 años le explicó la preparación del tradicional dulce de piñonate.

Lo que una vez preguntó movido por la curiosidad de niño, ahora es el sustento de él y su familia.

Jesús comentó que su trabajo en la tierra es para mantener a su familia y todo el que lo necesite.

Para este agricultor nato, su prioridad son sus hijos pequeños, quienes sólo cuentan con él en la vida. Explicó que su hijo mayor de 24 años emigró a Perú donde, afirmó, siempre luchará por su familia desde la lejanía.

Dulce

Mientras Jesús Méndez hablaba de su trabajo como agricultor, preparaba una gran olla de dulce de lechosa. En esta ocasión empleó unos 25 kilogramos de esa fruta, a la cual agregó vainilla, anís, azúcar, clavos de olor y unas ramas que sirven como protector gástrico y antigripal. Estima que la producción será 50 potes de 800 gramos, con valor al público de Bs 6.000.