12 Sep, 2017 | Nueva Esparta es un desastre. Los ciudadanos de Margarita y Coche viven en una desgracia por los males que desde hace tiempo los acogotan; que se han acentuado en los últimos meses, sin que ninguna solución les venga del gobierno regional; y eso que el mandatario insular es curruña de Maduro, y que además, por ser de aquí, debe dolerle el destino de los neoespartanos.

En nuestras islas cuando no es una cosa es otra. Es contradictoria la falta de agua, a pesar de las lluvias continuas en la Venezuela continental, que atiborran Turimiquire y Clavellinos, embalses de los cuales nos surtimos. El transporte marítimo hacia acá es sumamente deficiente, con una Conferry nacionalizada, cuyos buques no son más que chatarras, que a cada rato se quedan varados entre Costa Firme y Margarita.

Ahora, para no variar, son los apagones de luz los que atormentan a los margariteños, alterando además al turismo regional. El Puerto Libre fue liquidado por Maduro, al no otorgar los dólares para que los comerciantes pudieran llenar sus tiendas, y solo vemos negocios cerrados o con viejos trapos, sin atractivos para los pocos turistas que nos visitan, porque la verdad hay que decirla: ¿Quién diablos va a escoger como destino a una Isla sin luz, sin agua, sin nada nuevo que ofrecer; amén de sufrir también los problemas nacionales de escasez y desabastecimiento de alimentos?

Por todas esas malas razones, no entendemos. entonces. cómo el actual gobernador pretende ganar las venideras elecciones regionales. Ni que los margariteños fueran más cándidos que un querubín ni más inocentes que recién nacido. Ver para creer, dijo Santo Tomás.