17 Sep, 2017 | La reciente situación del déficit en el suministro de gasolina ha causado un notable descontento y gran preocupación en los neoespartanos, implicando una pérdida inmensa de horas-hombre en nuestra economía insular, por un lado, y una correspondiente pérdida de bienestar de nuestra gente, que pasa horas de frustración y rabia, depresión y desesperanza.

Venezuela tiene una reserva petrolera estimada de 298.000 millones de barriles, según la Energy Information Administration, cifra que nos coloca como el país con la mayor reserva, por encima de Arabia Saudita, Rusia o Irán y ocho veces más que las de Estados Unidos; sin embargo, a pesar de ser uno de los países con mayores reservas de petróleo del mundo, actualmente y de manera contradictoria presentamos una situación deficitaria en el suministro de combustibles en varias ciudades del país.

La situación actual en el déficit de gasolina se debe, según fuentes oficiales, a la importación de unos aditivos especiales necesarios para preparar el combustible, pues se requieren ciertos volúmenes de estos aditivos para el procedimiento y operatividad de las plantas refinadoras. ¿Qué se debería hacer? Reimpulsar el plan "Tren Refinador Nacional", el cual lo conforma: la planta Flexicóquer Amuay, la planta catalítica de Amuay, las refinerías de Puerto La Cruz y la de El Palito; en este plan se retomaría nuevamente el máximo nivel de explotación y refinación de nuestra empresa petrolera, convirtiéndola en una industria rentable, eficiente y segura, devolviéndole a su vez la credibilidad internacional que se merece.

Pues en estos momentos tan cruciales para la economía venezolana, la estatal Pdvsa debe de trazarse un estrategia para la recuperación de la credibilidad internacional que tenga efectos inmediatos en la reactivación de las inversiones para la recuperación y el mantenimiento de nuestras refinerías; de manera tal que se logre como meta que todas éstas operen en un 100 por ciento de su capacidad. Claro está, esto no va a ser de un día para otro.

Volviendo a Nueva Esparta, hasta los momentos estos problemas internos de Pdvsa no deberían afectarnos, pues el combustible que se suministra a la isla es importado y viene prepagado. Y según representantes del sector, los problemas son puntuales: retrasos en el cabotaje del combustible, el tanquero que surte la isla solo viene una vez a la semana, o que actualmente la capacidad de almacenamiento local es baja debido a que solo dos tanques de almacenamiento están operativos de los cuatro tanques existentes en El Guamache. Sin embargo, esta situación causó un notable descontento a nuestra gente, que pasó horas de frustración, rabia, depresión y desesperanza por la falta de combustible en Nueva Esparta.