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Mi vieja ya está vieja Me duele su estado físico, ¡me duele!, la abrazo, la beso, es otra, sí, es otra; a veces pienso que la vida es solo una ilusión, y no una realidad. Tarcisio Rodríguez
17 Dic, 2017 | Mi vieja ya está vieja. El peso de los años ha dejado profundas huellas, no solo en su cuerpo, sino en su mente; ¡ya no es la misma, no! Un cambio abrupto desdibujó su figura, sin darme cuenta. Mi vieja ya está vieja. Camina a pasos lentos, apoyándose con sus manos temblorosas a la pared, tratando de alcanzar el lugar, donde otrora se paseaba con porte señorial, con plena libertad; al verla andar, reconozco la fragilidad del ser humano ante la naturaleza. Mi vieja ya está vieja. Su larga cabellera blanquecina juega con la brisa del otoño, y su rostro, la prueba ineluctable del tiempo; un cuerpo cansado, muy cansado, de esa constante lucha con la vida, con su propia vida. ¡Su entrega! Mi vieja ya está vieja. Múltiples enfermedades afectan su organismo, de tantos estragos vividos; se medica una, mejora; emerge otra, y siguen; vive una soledad, la soledad más grande del ser Mi vieja ya está vieja. Me duele su estado físico, ¡me duele!, la abrazo, la beso, es otra, sí, es otra; a veces pienso que la vida es solo una ilusión, y no una realidad. Mi vieja ya está vieja.
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