28 Dic, 2017 | La permanente y crucificada cruz en Cruz Ávila fue su desesperación, las ansias de guerillear por este avasallaje de ahora. Glandular, cínico, y entreguista. Por eso se nos marchó tan temprano. Oscurito como con suma tristeza y agonía, decimos…

Porque en La Margarita muchos insulares perdieron sus bienes, sobre todo los de raigambre ancestral, puro y del corazón. Los vendieron a precio de gallina flaca y perdieron sus casas, todo, hasta la vergüenza, ante los piratas de ahora. Si, por eso se murió Cruz e igual ocurrió con su coterráneo Régulo Guerra Salcedo. ¡Chú Ávila, también cayó en esta terrible refriega y, los 3 de Los Robles ! Murieron de insomnio insular. Y, esto en un Poeta o Cantor es Mortal.

Cruz precisa y avasallante. Desafortunada, porque es una muerte en silencio, en la soledad; nunca de la palabra y del verso libre y apasionado. ¡En combate, porque esa fue la atalaya; escribir para la lucha y para la victoria permanente ! En el hermano Cruz Ávila, roblero de excepción, está plasmado en sus 3 libros: Libertad Dudosa, que él mismo presenta (1970), Rendijas del Tiempo (1974) presentado por José Lira Sosa y Los Rieles del Silencio (1978) presentado por Gustavo Pereira.

En el primer libro dice Cruz: “Este no era mi mundo, nací y ahí he aguantado los grandes despojos que la naturaleza amamantó con sus propias raíces…”. En el segundo libro: “¡ Flamea bandera y llévame a tu recuerdo, escondite. Y, lávame la ceguera. Arráncame los dardos de la hipocresía!” Y, en el tercer libro “Vibras en mis recuerdos, muelle de madera que se nos durmió y donde un faro solitario sirvió de rutas | ahora | andadas de buitres que anidaron en tu seno…”…

¡Aplausos para usted, inolvidable poeta y excelente amigo! Usted se marchó, pero nosotros quedamos con usted, en sus Rieles y, a través de sus Rendijas por La Margarita y Humanidad. Por una libertad que jamás será una Libertad Dudosa. La Libertad, poeta, para poder salvar al Cerro “La Ermita” de su Los Robles querido y su patrimonio lacerado…
¿Azul?