7 Ene, 2018 | “Gente más estudiada que yo siempre me ha dicho que un pueblo sin vanguardia es como un caballo desbocado y sin jinete que corre directo hacia el barranco. El asunto está en saber qué cosa es la fulana vanguardia y dónde la consigue uno”. El tío Caballo Rojo, que muchas veces se hace el burro muerto para agarrar zamuros, pone de relieve uno de los grandes déficits que han dificultado la victoria de los venezolanos frente al régimen cada vez más nefasto del Embustero, tal como él llama al presidente.

Para satisfacer su cuestionamiento, le digo que la vanguardia de un pueblo o de un conglomerado social, laboral, científico, o de cualquier otra índole, tiene la misión de guiar a ese conglomerado en el proceso de lograr sus objetivos y está constituida por las personas más preparadas, con mayor compromiso y más claridad para diseñar tácticas y estrategias en función de tales fines, además de tener mayor capacidad de liderazgo para organizar y movilizar a todo ese grupo humano. En el caso de las comunidades y las luchas sociales, la vanguardia la constituyen las organizaciones políticas, llámense partidos, movimientos, ONG, gremios profesionales, sindicatos, etc.

"Bueno, sobrino, si eso es así como usted dice, entonces uno empieza a entender el porqué hoy, cuando los venezolanos estamos viviendo horas amargas, sufriendo indefensos las carencias de todo tipo, estamos como pajarito en rama, viendo para todos lados y sin saber para dónde coger. Claro, es que los partidos están como distraídos, los gremios no accionan y los sindicatos están paralizados. Lo único que uno oye es pura declaradera y pocas acciones para organizar y movilizar a la gente".

Caballo apunta que está muy bien que se trate de conversar y buscar acuerdos con el régimen para humanizar la vida de los paisanos y enderezar los procesos políticos para llegar a los cambios por la vía pacífica, pero como dice el refrán, a Dios rogando y con el mazo dando. "Es que el Embustero nunca echará para atrás si no se le presiona con la organización y movilización de la gente; y no se trata de trancar calles ni hacer saqueos, pues eso no llega a ningún lado, pero hay otras formas".

Añade que en estos momentos en que se están prendiendo candelitas que el régimen sofoca a punta de represión, es cuando debe aparecer la vanguardia política para canalizar el descontento popular y así poder lograr acuerdos que beneficien a la gente. Solo así se podrá abrir el canal humanitario, democratizar el ente comicial para tener un proceso electoral libre y equilibrado, además de posibilitar los cambios en los escenarios políticos y económicos para enrumbar al país por el camino del progreso y el bienestar. "Si yo, que apenas tengo sexto grado, veo esto con claridad, ¿cómo es que la vanguardia no se da cuenta? A la orden".