A sus 39 años, Reyes siente que todavía queda beisbol en sus venas. / Foto: CORTESÍA LVBP

22 Ene, 2018 | Barquisimeto. La sorpresa de ser enviado de Leones del Caracas a Cardenales de Lara asaltó a René Reyes. Para aquel momento, en 2004, aún podía considerarse al margariteño como un pelotero joven. Tenía 26 años y venía de vivir su mejor temporada en la LVBP, con nueve cuadrangulares, 37 remolcadas y un promedio de .297.

Allí aprendió el trasfondo de la frase “trabajo duro”. Observaba cómo Robert Pérez, que ya contaba con 35 primaveras, levantaba pesas después de los juegos.

“Yo le preguntaba: ‘Bueno, Robert… ¿Y por qué tanto peso?’”, recordó el jardinero. “Ese hombre llegaba a la una de la tarde al estadio y se iba a la una de la mañana”.

Las imágenes de Pérez cambiaron las negativas de Reyes de trabajar en el gimnasio. Los años no pasaron en vano y el insular sintió la necesidad de su cuerpo de estar en forma.

Fue una suerte para él hacerle caso al ejemplo. Ahora está a un mes de cumplir las cuatro décadas de vida y no ve otra manera de mantenerse en el beisbol que no incluya aquel consejo visual de la Pared Negra.

“Desde que estoy con Caribes (desde la 2015-2016) siempre me han preguntado que qué me meto, porque soy inquieto”, dijo a lvbp.com antes del primer juego de la final entre Anzoátegui y Lara.

“Yo les digo que cuando cruzo las dos rayas de cal me transformo. Juego como un niño de 25 años, pero con 40. La clave es mantenerse físicamente bien, hacer pesas, como lo aprendí de Robert. A los 35 comencé a hacer mis pesitas y me he mantenido así”.

2008-2009

La amplia carrera de René Reyes lo ha llevado a tener muchas historias que contar en postemporadas. Sabe cómo jugar una Serie Final. De hecho, ha vivido cuatro, de las cuales tres fueron con Tigres de Aragua (resultó Jugador Más Valioso de la instancia en la 2008-2009) y una con Leones.