14 Feb, 2018 | Vistos los sucesos acontecidos la pasada semana, donde por instrucciones del ciudadano alcalde Francisco González y en cumplimiento de lo establecido en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, donde corresponde al Síndico Procurador representar y defender judicial y extrajudicialmente los intereses del municipio, nos dirigimos al estadio de fútbol de Conejeros, que mientras el ahora gobernador era alcalde, estuvo bajo su administración y fue construido en su totalidad durante su gestión con recursos del Gobierno nacional; el hecho es que al asumir la Gobernación, se niega a entregar el estadio alegando que ahora es de ellos.

Con documentación en mano, que acredita la propiedad de la Alcaldía, solicitamos una inspección extrajudicial para verificar las condiciones de las instalaciones deportivas; dirigiéndonos allí a las 3:00 p.m., hora donde el estadio está abierto porque es práctica de niños futbolistas; a breves momentos de ingresar, se aparece el padre del gobernador molesto y nos dice que no debemos estar allí; la ciudadana notaria pública conversa con él y le hace entender que es una inspección extrajudicial, donde vamos a chequear las instalaciones. El mismo señor comienza a abrir los espacios y luego nos entrega las llaves para continuar la inspección, pero a los pocos momentos llega la procuradora del estado con el abogado Canónico y nos dicen que eso es de la Gobernación. La notaria le muestra los documentos originales donde se ve claro la propiedad de la Alcaldía; la procuradora saca un decreto del actual gobernador de fecha 2 de febrero de 2018, donde de manera unilateral aparece transfiriendo esas instalaciones al Instituto Regional de Deportes, le pedimos la copia de dicho documento para analizarlo, pero la procuradora se niega, donde el abogado Canónico intercede y me dice: "Doctor, yo le llevo una copia mañana a su despacho"; a lo que contesto: "Está bien", por lo que en ese justo momento pensábamos retirarnos. Pero aparece el gobernador y en tono amenazante me dice: "Tú eres culpable de todo esto y te vamos a jod…", seguido de varias vulgaridades: "Güev…, güev…"; a lo que solo le decíamos: "Respeta"; pero eso no fue todo, sino que de repente me dio un puñetazo que no esperaba y me rompió la boca, desatándose el caos, con más de 60 personas agrediendo a ocho que estábamos de la Alcaldía. La Guardia Nacional nos pudo rescatar, pero recibiendo en la salida golpes en la cabeza por parte del gobernador y patadas por parte del legislador Francisco Narváez, quienes se les encimaban a los guardias.

Nuestra sorpresa es que al final de la noche aparece el gobernador en todos los medios con un dedo vendado diciendo que el síndico lo mordió; ¡qué vergüenza!, Nueva Esparta no merece un gobernador así. Y ahora la Cámara Municipal ha iniciado un proceso de destitución en mi contra por defender los intereses del municipio, que es mi trabajo y es también la obligación de los concejales velar por la defensa de los bienes municipales. Como dijera Galeano: "El mundo al revés".