19 Feb, 2018 | La sala de la casa donde vive el analista Arquímedes Salazar es grande. Cuadros de Asdrúbal Marcano, Andrés Salazar –Yeko-, una gran ilustración de Iván Lira y una serigrafía de Francisco Narváez también está allí. Lo espero mientras habla por teléfono con una amiga. Después llega y me dice: “Es increíble el comportamiento de nuestra aposición ante el asedio que le tienen al país. Donald Trump envió a su Secretario de Estado y Director Ejecutivo de la Exxon Mobil, Rex Tillerson, a hablar con sus perritos que le mueven la cola para ver cómo salen de Maduro, y Santos, un personaje que siendo Ministro de Álvaro Uribe invadió y bombardeó un pueblo ecuatoriano para asesinar a Raúl Reyes, hoy quiere meterse aquí, y solo espera órdenes de Trump. Ahora nos llegó un Encargado de Negocios de Estados Unidos que dio unas declaraciones públicas, donde dice que está de acuerdo con las sanciones que nos impuso Estados Unidos y que va a luchar por el cambio, y los opositores que estaban allí lo aplaudían, como cuando Pedro Carmona Estanga
dio el golpe.”. Solo creen en la violencia, -le comento.

Sí, ese es su último recurso. Lo bueno de todo esto es que descubrimos que hay unos venezolanos que nunca tuvieron patria, sino que fingían, simulaban ser amantes del país, y ahora los vemos arrodillados ante Trump y sus enviados. Esos opositores que no dicen nada y muchos de ellos envían a sus familiares al exterior por si acaso una vaina. Son así de hambrientos de poder. No les importa que Estados Unidos intervenga en nuestro país. Son violentos y cargados de odio porque no han leído un libro. Como dice Fernando Aramburu, el autor de la novela Patria. “La cultura nos amansa. Leer un libro mata al troglodita que llevamos dentro”. Esos opositores se nota que no han leído nada. Por eso son así: tan pitiyanquis.