3 May, 2018 | Los imperios se establecen con el ánimo de perdurar siglos. Así ocurrió con el Imperio Romano hasta que se desplomó producto de la descomposición interna, la barbarie y podredumbre, el empuje de los pueblos por liberarse del yugo imperial que imponía gobiernos, leyes, costumbres. Las grandes civilizaciones aztecas, mayas y de los incas desaparecieron en mucho gracias a la barbarie de la conquista y colonización española. En la época moderna, el Tercer Reich se fundó para durar mil años. La creencia en una raza superior a todas las demás (aria) era el fundamento para oprimir a pueblos enteros. El imperio nazi se vino al piso como castillo de naipes. Su líder fundamental se pegó un tiro en el búnker llamado la Guarida del Lobo. Acontecimientos recientes permiten avizorar que el imperio norteamericano ha iniciado el camino del desplome global. La grandeza de este país está tocando con murallas celestiales que surgen del agotamiento de un sistema que se torna caduco, su población envejece en lo físico y en lo espiritual. El avance de los pueblos por querer ser libres y los cambios geopolíticos que empiezan a hacer del hegemón un traste viejo, permiten predecir que el camino del desplome dio comienzo.

La reunión de las dos Coreas puede ser un serio indicio de que ya el gran policía del planeta empieza a no ser necesario para la solución pacífica de los grandes conflictos mundiales. Las derrotas sufridas por el llamado Estado Islámico en Siria (creación suya) apuntan que en esta zona del Oriente Medio, los EUA con su arrogancia empiezan a no ser bienvenidos por los pueblos árabes. El fortalecimiento de Rusia y China en lo financiero-comercial-militar avizora el surgimiento de un nuevo e importante bloque de poder que ofrece entradas y salidas inéditas muy distintas a las imperiales. Toda la zona del Asia, África y América Latina demuestran no estar dispuestas a vivir sometidas a los mandatos imperiales. Gobiernos populares estrenan sistemas constitucionales avanzados con niveles de empoderamiento del pueblo y líneas maestras preñadas de autonomías.

La economía mundial procura salir del caos global al que la ha conducido el mercado y su oferta del "libre" juego de la oferta y la demanda. Una visión solidaria aspira imponerse para mitigar el hambre y las necesidades vitales de la sociedad. Nuevos enfoques militares muy alejados de los dictámenes del Pentágono van marcando el rumbo. La llamada "guerra por delegación" (en la que mueren otros por ellos) como modalidad asimétrica de la guerra de quinta y sexta generación, se muestra al descubierto y ya no es sorpresa para nadie. El imperio mediático se torna obsoleto y nuevos sistemas de comunicación marcan las líneas de una verdadera libertad de expresión e información. El imperio se estremece casi imperceptiblemente pero se estremece. Su supremacía comienza a difuminarse. Solo es cuestión de tiempo. Un nuevo sistema mundo está naciendo para bien de la humanidad.