9 May, 2018 | El presidente Nicolás Maduro inauguró el mes pasado una planta desalinizadora en Boca de Pozo, Península de Macanao, estado Nueva Esparta; según informó el mismo presidente, la planta produciría 110 litros de agua por segundo, al igual que 30.000 botellitas de agua para el consumo humano y elaboraría 10 toneladas de hielo al día destinados a los pescadores.

El caso es que todos quedamos muy contentos en la Isla con tal inauguración, pero al ponerla en funcionamiento comenzaron las quejas de los pobladores del sector porque, hasta donde tenemos entendido y pudimos averiguar, la planta se encuentra trabajando a un tercio de su capacidad, producto de la cantidad de energía eléctrica que necesita; el tanque de almacenamiento del agua ya desalinizada tiene una capacidad de 2 millones de litros, el cual solo logra llenarse hasta 600.000 litros de agua diariamente. Si se enciende la planta conectada a la red eléctrica, se quedaría sin luz todo el sector de Boca de Pozo y Robledal, por ello se encuentra trabajando el sistema con una planta auxiliar para remediar la situación mientras se hacen los trabajos de tendido eléctrico que hasta donde conocemos ya se encuentran en ejecución, producto de la gestión del alcalde revolucionario Juan (Chula) Vásquez.

Por otra parte, nos informan que ni la embotelladora de agua potable ni la fábrica de hielo están en funcionamiento aún; según el diseño de la botella que trae la planta como molde no se adecúa al tipo de botella con que se piensa embotellar, otra falla que pasó desapercibida; por ello el pueblo de Macanao se encuentra enfurecido, pero su alcalde ha logrado capear el temporal y se ha movilizado en todas las instancias con el Gobierno central para que se tomen los correctivos y cumpla con su pueblo, como debe ser. Este tipo de obras debe contar obligatoriamente con un control de calidad eficiente, además de un control concomitante (en el mismo momento), y la contraloría por parte del Poder Popular para evitar que pase este tipo de situaciones y se responsabilice al Gobierno de ello, por negligencia o descuido de algunos funcionarios que no chequearon el sistema de manera integral; son cosas que no debemos dejar pasar, porque estamos pagando las consecuencias recientes de las embarcaciones traídas por un ministro que luego de quedar en evidencia se marchó del país y es prófugo de la justicia venezolana.

Nuestro llamado al fiscal general, Tarek William Saab, para que meta el ojo y se cumpla con todo lo estipulado, porque es de muy mal gusto que venga nuestro presidente a inaugurar una obra y la misma no esté totalmente operativa, como se le hizo ver al presidente, al alcalde y al pueblo de Macanao.

Nicolás, mano dura contra todo el que quiera torpedear tu gestión perjudicando al pueblo venezolano.