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De aquellos polvos vienen estos lodos De un lado se encuentran los que claman que “otros” les hagan el trabajo y les entreguen el gobierno “en bandeja de plata” y en la acera de enfrente quienes participan en las elecciones promoviendo la confiscación de los derechos sociales alcanzados en revolución y la dolarización de la economía. José Gregorio Rodríguez jotaerre577@gmail.com
11 May, 2018 | Con la llegada del año 2018 se repitió el “vaporón” que en la oposición política venezolana se registra a principios de cada año desde el 2016 con la escogencia del presidente de la Asamblea Nacional (AN). En esta oportunidad le correspondió el turno a un diputado de Un Nuevo Tiempo (UNT) de acuerdo con el “pacto” suscrito por ese sector en diciembre del 2015. En esa organización se desataron las pasiones y varios de sus parlamentarios aspiraron a la presidencia del legislativo. Al final se decantaron por el “mal menor” y Omar Barboza asumió el cargo. La distracción que provocó esta elección en la oposición venezolana fue de tal magnitud que todavía causa estragos. En enero, el diputado Timoteo Zambrano renunció a la representación de ese sector en las negociaciones con el gobierno en República Dominicana y ahora le correspondió el turno al diputado Enrique Márquez, quien anunció su respaldo a la candidatura presidencial de Henri Falcón, ambos diputados de UNT aspiraron la presidencia de la AN. A partir de ese momento se agudizaron las contradicciones en el seno de la oposición venezolana. Y una parte, la propietaria de la nomenclatura oficial de la MUD, el G4 y ahora Frente Amplio, decidieron acompañar la postura de quienes desde hace algún tiempo promueven la abstención y otro sector, liderado por el exgobernador del estado Lara, Henri Falcón, fundador de Avanzada Progresista apoyado por el Movimiento al Socialismo (MAS) y Copei presentó su candidatura presidencial. Desde ese momento se desató una campaña de descrédito entre opositores que ha logrado confundir, desencantar y decepcionar a sus seguidores. De un lado se encuentran los que claman que “otros” les hagan el trabajo y les entreguen el gobierno “en bandeja de plata” y en la acera de enfrente quienes participan en las elecciones promoviendo la confiscación de los derechos sociales alcanzados en revolución y la dolarización de la economía. La verdad es que si lo que dice la gente de la MUD de Henri Falcón es cierto y lo que Falcón dice de ellos también es verdad, ninguno de los dos tiene autoridad moral ni política para gobernar este país. Este comportamiento errático de la oposición no es nuevo y se repite cíclicamente desde el golpe de estado del 2002: el paro petrolero, el revocatorio del año 2004 en contra del presidente Hugo Chávez, que perdieron y luego de cantar fraude nunca presentaron las pruebas, la “salida”, el RR contra Maduro, la guarimba y las elecciones de gobernadores y alcaldes del año pasado. De aquellos polvos vienen estos lodos.
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