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Familias felices, familias golpeadas
Felices los banqueros y sus familiares. Metidos en el negocio del efectivo, financistas de las conspiraciones, apoyadores del llamado a la abstención, apenas abrieron la boquita para pedir, el camaradita Maduro ordenó a su equipo de Gobierno que tomaran nota y moviesen ese rabo para atender a los banqueros. Felicidad para estas familias. Angustia para las familias pobres golpeadas siempre por los banqueros.
Pedro Salima / psalima36@gmail.com

15 Jun, 2018 | El proceso bolivariano ha tenido hasta un Ministerio de la Suprema Felicidad Social, creado en un mal momento, pues en ese entonces el dinero comenzaba a escasear en las arcas públicas y la mayoría de los militares empezaban a ver al país como un gran botín a repartir a manos llenas. Faltaba real para los programas sociales, mientras los empresarios comenzaban a darse cuenta que podían especular al máximo ante un gobierno inerme. De esta manera el Ministerio de la Suprema Felicidad pasó al olvido.

Recordamos a este Ministerio olvidado en momentos en que el Gobierno bolivariano se preocupa por la felicidad de algunas familias, no precisamente las de barrios, donde obtuvo la mayoría de los votos el pasado 20 de mayo. Al contrario, se trata de familias que han hecho lo suyo para desalojar a la fuerza de Miraflores al camarada Maduro.

Familias felices porque a sus hogares retornan integrantes de las mismas. Quedan a un lado, en el olvido, las agresiones contra personas y bienes públicos que hoy los felices liberados cometieron. Pudieron, incluso, haber participado en la quema en vivo de un venezolano que parecía chavista. Eso no importa, la generosidad del presidente da para perdonarle sin pedir nada a cambio, ni siquiera un gesto o una palabrita de arrepentimiento. Sin nada a cambio, el cámara Maduro le dio la “suprema felicidad” a estas familias. Solo que esta felicidad golpea a las familias donde hubo muertos o heridos producto de la violencia de los hoy liberados.

Felices los banqueros y sus familiares. Metidos en el negocio del efectivo, financistas de las conspiraciones, apoyadores del llamado a la abstención, apenas abrieron la boquita para pedir, el camaradita Maduro ordenó a su equipo de Gobierno que tomaran nota y moviesen ese rabo para atender a los banqueros. Felicidad para estas familias. Angustia para las familias pobres golpeadas siempre por los banqueros.

Felices y más felices los familiares de Lorenzo Mendoza, pues la Polar se embucha miles de dólares entregados por el Gobierno, y ellos, Mendoza y compañía, suben y suben los precios, hambreando a las familias golpeadas por la crisis. Pobres familias que el 20 de mayo le dieron otra oportunidad al camarada Maduro.

Felices familias las de los militares, la mayoría de los cuales se gozan el dinero de los fondos públicos, se rumbean los dólares, hacen sus grandes negocios, mientras la mayoría de los venezolanos sufrimos la crisis económica y la falta de medicamentos.

Felices las familias de los que han montado el negocio con los lubricantes producidos por la Pdvsa nuestra. Felices las familias que tienen montado el negocio con los pasaportes, con Agropatria, con las centrales azucareras. Siempre con militares de por medio.

Felices los sueños de Diosdado, quien asegura que duerme completo, sin sobresaltos, tranquilazo. Nada de angustia por el hambre instalado como un monstruo en el seno de la familia venezolana. Duerme sin preocuparse por la falta de medicinas.

Duerme de lo más feliz a pesar del sufrimiento de los humildes chavistas. Bueno, a fin de cuentas, es un militar. Son los más felices.




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