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20 de abril de 2024





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Liceo "Dr. Francisco A. Rísquez": Luz de un tiempo
Hoy, en el andar del tiempo, y en el umbral de mi vejez, evoco aquel liceo con inmensa nostalgia, y me sumerjo en un océano de bellos recuerdos que no los quiero soltar, pero despierto a una realidad, de inconformidad en el tiempo.
Tarcisio Rodríguez

16 Jun, 2018 | Fundado el 24 de junio de 1840, en La Asunción, capital del estado Nueva Esparta. Institución que fue, por muchos años, referencia de gran prestigio, no solo en la región, sino a nivel nacional, por su eminente calidad educativa.

Ingresé a su honorable recinto en 1965. ¡Cuánta alegría! Un joven lleno de sueños, como todos aquellos adolescentes. Era un privilegio, y hasta una gran responsabilidad, llevar puesto aquel uniforme. Suéter beige y falda azul para las hembras; camisa beige y pantalón caqui para los varones.

Su director, Alberto Bittar, quien hizo de la gerencia educativa una labor ineludible de tan compleja función. Personal docente: Adela Abouhamad, Baudilio Rodríguez, Carlos Coronel, Neptalí Reyes, Nelly Ferrer, Rosa Vásquez, José Luis Silva, Cruz Valdez, José Nicolás Marcano, Edgar Márquez, Juan Morales, Alí Garrido, Ayala, Pereira, Escalante, Patiño, Tulio Álvarez; personal administrativo: José del Pilar, Luis José Acosta, José Jesús, Ofelia; personal obrero: Lucio, Tuta, Donato, Eladia, Agustín, Pedro y Juan; personal del comedor: Margot Bello, ecónoma; Hilda, Tomasa, Chica, Rosa, Carmen, Argelia y Petra, mi madre. Hoy, el comedor lleva su nombre.

Aquel liceo, que entregó saberes a todos aquellos jóvenes que ingresaron a sus aulas, fue enlace determinante para alcanzar estudios superiores y obtener el ansiado título para hacer realidad aquellos sueños de ser profesionales y lograr una mejor calidad de vida, para así contribuir, desde diferentes escenarios, al desarrollo y progreso del país.

Menciones especiales a doña Mercedes, quien ayudó a muchos estudiantes que no tenían dinero para comprar la empanada y el jugo. Con ese trabajo levantó a su familia e hizo profesionales a todos sus hijos; a los compañeros de la promoción de bachilleres en Humanidades "Miguel Acosta Saignes".

Hoy, en el andar del tiempo, y en el umbral de mi vejez, evoco aquel liceo con inmensa nostalgia, y me sumerjo en un océano de bellos recuerdos que no los quiero soltar, pero despierto a una realidad, de inconformidad en el tiempo.




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