Coral Uensa. / Foto: OLYANA MARCANO @olymarcano

26 Jul, 2018 | La mayoría de edad llega al conjunto de 45 voces de niñas y adolescentes que integran la Coral Uensa, de la Unidad Escolar Nuestra Señora de La Asunción, bajo la dirección del maestro Luigi Bellomo, el primero y único que lleva la batuta de la agrupación, con el patrocinio de su fundadora, la directora del plantel profesora Carmen Ordaz de Patiño.

Varias generaciones de estudiantes han pasado por esta exitosa agrupación polifónica, y a pesar de los cambios propiciados por el factor generacional o por movimiento de sus integrantes a otras regiones, Bellomo afirma que se ha nutrido con gente nueva y el nivel se ha mantenido. Sus colegas le dicen que Uensa es un coro atípico, porque aun siendo de una institución educativa, tiene características profesionales.

Presenciamos uno de los ensayos y observamos que el director es un tanto exigente con las coralistas, diríamos que perfeccionista.

— ¿Muy estricto, verdad?

— Exijo el mismo grado de disciplina a todos los grupos corales, tanto de adultos como infantiles. La idea es que ellos den lo mejor de sí. Hasta el momento, cuando llegué a la Coral Uensa solo había trabajado con corales de adultos y estaba un poco reacio, porque nunca antes dirigí coros infantiles y no veía muchas posibilidades de lograr a corto plazo una calidad que diera proyección; sin embargo, la vida me enseñó que los niños son un instrumento muy valioso. He logrado con ellos más nivel y coordinación que con adultos.

— ¿Qué valores les transmite, además de cantar bien?

— Tienen que ver con enseñanzas de vida. Aprenden a trabajar bajo presión, a compartir con diversas personalidades, porque en los colectivos de los coros con muchas personas distintas hay que mediar entre mi personalidad y la tuya para lograr una integración, con responsabilidad, disciplina, además de que también la música activa regiones del cerebro que no se utilizan en otras actividades. Por eso la música se ha incorporado al sistema educativo en todos los niveles. Si buscamos los perfiles académicos de los niños que participan en los coros, nos encontramos con que casi la mayoría tiene excelente récords, lo cual indica que de una forma u otra son exitosos en su rol de estudiantes.

Añoranzas

La etapa más productiva de la Coral Uensa fue durante el año 2011, cuando ganaron el evento La Gran Explosión Cultural Bicentenaria, un concurso que organizó el Ministerio de la Cultura y el Instituto de Artes Escénicas y Musicales de Venezuela, donde participaron en representación de Nueva Esparta. En la actualidad, el grupo tiene poca oportunidad de compartir y foguearse en escena con otras agrupaciones corales.

"Nos hacen falta espacios para compartir. Aquí en la Isla se realizaban tres festivales anuales con presencia de coros internacionales: Festival 'Inocente Carreño', Festival D'Canto y Festival 'Julio Villarroel'. Estas experiencias, el compartir con otros talentos, hace que los coralistas crezcan y tengan seguridad en sí mismos. Hoy en día es muy complejo trasladar grupos numerosos... hay otras prioridades", apunta.

El Maestro Luigi Bellomo "pasa la página" rápidamente y vuelve al presente: "¡Estoy muy contento con el trabajo de hoy en día!", y posa complacido para una foto con sus alegres coralistas de la Uensa.

Música es igual a felicidad

Hoy, más que nunca, cultivar la música y disfrutarla es una herramienta importante para generar felicidad.

— ¿Qué dice el maestro Luigi Bellomo al respecto?

— Es así. Más aún en estos tiempos, uno se desconecta y no solo nos transmite felicidad a nosotros, sino que te hace salir de la cotidianidad o de algún problema que tengamos. Cuando estás en un concierto, uno se traslada como a otro plano más elevado, donde los armónicos hacen que fluya una energía positiva y nos desconectamos de todo lo negativo.

"Creo que es uno de los principales objetivos que tenemos nosotros como agrupación, transmitir esa energía a todas las personas que nos escuchan".

Realmente fue placentero oír de cerca la bien cuidada polifonía de la Coral Uensa mientras aguardábamos para realizar esta crónica.