En hospitales y centros clínicos privados se ha producido este fenómeno, pues es bien conocido que muchos especialistas trabajaban simultáneamente en hospitales y clínicas y la ausencia es notable. Para los pacientes es un gran problema del que no se evidencia ninguna solución a escala regional. / Foto. MARTHA LEÓN

16 Ago, 2018 | En medio de las circunstancias que viven los insulares en el sector salud debido a la falta de especialistas en los centros hospitalarios, a muchos pobladores solo les queda ponerse en las manos de Dios ante la enfermedad y la realidad que les toca afrontar.

José Antonio Narváez, presidente del Colegio de Médicos del estado, expuso que en el sector público la falta de especialistas es evidente a gran escala, por indicar que no hay expertos en cirugía cardiovascular, en urología, en terapia intensiva.

El galeno indicó que "solo quedan tres intensivistas de 12 que se requieren; neurocirujanos, solo uno de cuatro que había, y por la parte de traumatología y oftalmología, también el déficit es indudable, así como en el área de cirugía, donde no hay nuevos ingresos".

Sin embargo, Narváez dijo que en cuanto a las clínicas privadas, la falta de especialistas es menos intensa que en el sector público.

Narváez enfatizó que este déficit en el sector salud es alarmante, porque muchos profesionales se van sin cumplir con el artículo 8, es decir, la llamada rural y otros se van apenas se gradúan, lo que ocasiona una deficiencia en cuanto al número de residentes en las áreas de posgrado como cirugía, pediatría, anestesiología y medicina interna, donde la cifra de profesionales está por debajo de la cantidad de residentes requeridos.

Asimismo Narváez acotó que muchas de estas plazas se han cubierto con médicos que están recién graduados, a los cuales se les ha hecho cumplir la rural como residentes asistenciales, por un año para las áreas de cirugía y traumatología, por ser la parte crítica de la emergencia y donde existe la mayor carga de trabajo en el hospital.

"En el hospital muchas de las consultas están cerradas por la falta de insumos, materiales médicos y lo que hay, lo guardan para la atención de emergencias; no hay tampoco cómo hacer exámenes de laboratorio, los aparatos de rayos X no funcionan desde hace unas semanas, algo tan necesario que nos permite hacer un diagnóstico definitivo al paciente", recalcó Narváez.

Una realidad que el Gobierno nacional debe corregir a través de una política sincera, que permita acceder a la cesta básica con un salario acorde y digno para detener la diáspora en el gremio médico y de enfermería, donde el déficit ya llega a un 50%.

Del mismo modo, el profesional de la salud afirmó que "el trabajo del médico, que busca solucionar por lo menos en un 20% las patologías a fin de recuperar la salud, se ve privado por la falta de insumos, medicamentos, instrumental y reactivos, entre otros, lo que le hace sentirse de capa caída, porque esto trae un deterioro en la atención del paciente", resaltó.

Narváez puntualizó que han aumentado los niveles de morbimortalidad, ya que están por encima de los índices aprobados o aceptados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por su parte, el pediatra puericultor Germán Rojas resaltó que se pone en el lugar de los pacientes, pues puede tocar, incluso como parte del personal de salud, tener alguna emergencia médica y a su juicio eso supone un drama, cuando se requiere de un especialista o subespecialista en un hospital.

"Por ser un escenario lamentable, cuando una institución que representa al Estado no aporta soluciones y traslada la responsabilidad a los pacientes y familiares en la búsqueda de recursos para la resolución en alguna clínica local o un posible traslado fuera de la Isla, esto sin duda es vulnerar nuestro derecho a la salud", acotó el profesional de la salud.

Consecuencia

El especialista Germán Rojas afirmó que "todas estas condiciones son consecuencia del fracaso en políticas de salud que no pusieron a las personas como su principal fin y obligaron al personal a trabajar con carencias. Para los pacientes es una injusticia no ser tratados con dignidad, con una medicina basada en valores, por parte de autoridades que muestran la incapacidad e ineficiencia violando la Constitución y las leyes, derechos y garantías a la salud en Venezuela".