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Múltiples colas se convierten en ineludible y cotidiano “foro” dentro de catarsis pública Hay que armarse de paciencia ante extenuantes jornadas diarias cargadas de matices, pero también son foros comunicacionales espontáneos, donde comparten desde chispazos de humor e ironía hasta consejos para uso de plantas medicinales y de cómo “rendir” la comida. Yanet Escalona | @YanetEscalona
COLAS EN EL TERMINAL / Foto: ARCADIO MILLAN 16 Ago, 2018 | El ciudadano común echa mano a todo recurso posible para hacer más llevaderas las cotidianas colas a las cuales se enfrenta en disímiles escenarios, sobre todo a la hora de acudir a buscar efectivo en las entidades bancarias, cobrar la pensión, comprar alimentos y, sobre todo, cuando arriban a los terminales de pasajeros, o a las tradicionales paradas urbanas de autobuses. Las horas pasan y deben enfrentarse a largas esperas, a pie y a veces a sol y lluvia. “Desde que Dios amanece”, el margariteño se ve inmerso en marejadas humanas que van y vienen, salpicadas de estrés colectivo pero que, inexorablemente, encuentran matices para la catarsis colectiva, entre las comunicaciones espontáneas, los intercambios de recetas, las quejas por la situación o el descontento porque los servicios fallan o el punto de venta no funciona. PARA NO DESESPERAR “Uno trata de hacer más llevadero el momento, porque de lo contrario provoca salir corriendo”, agrega, mientras termina de merendar una fruta, porque también en las colas “pegan las necesidades del estómago”. Otros se toman algún refresco, comen galletas o “pellizcan” el pan que llevan en sus bolsos y que no llegarán completos, ni encanillados, en ese trayecto de vuelta a la casa. Hasta suspiros o besitos de coco pueden llegar a endulzarles la vida, dentro de esos matices de la convivencia insular de dichos predios. “Aquí se conversa de todo; de cómo están las cosas; de cómo hace cada quien para enfrentar la crisis y, en general, cómo la gente se las inventa para sobrevivir”, agrega. PACIENCIA 100% Peripecias que obligan a tener paciencia 100%, para no enfermarse. Su agenda de colas se inicia desde el momento en que sale de su residencia en Las Guevaras y no consigue transporte público y opta a veces por camiones tipo “perreras”. Luego, en su itinerario, busca el momento para ir al banco por el efectivo, precisamente para la movilización y, al final de la tarde, súper cansado, el regreso a casa.
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