14 Ago, 2018 | Se concluirá en esta parte de la técnica con la energía-pensamiento productora o estructuradora que corresponde a la tierra afortunadamente nombre común tanto para el conjunto de elementos o tatwas del sistema de salud ayurveda-hindú como para los reinos de la medicina tradicional china. Aquí nos encontramos con la característica patológica fundamental que es el apego, la pena y la obsesión, sobre todo a objetos materiales. En realidad se aplica a tanto a lo espiritual, lo mental y lo físico.

Estamos tan apegados a las circunstancias y a las personas que cuando no las tenemos o no contamos con ellas entramos en crisis de dolor, queja y sufrimiento, la pena, el llanto y el sufrimiento nos conduce por una vía de obsesión, trastornos de conducta y producción de situaciones destructivas para todos en general.

Inclusive y lo que es peor nos conduce a nuestra propia destrucción, es el principio básico que conduce a la producción de delitos de cualquier tamaño y de cualquier nivel de posibilidad de delincuencia.

La gran solución es el servicio, es el trabajo a través de la práctica de algún oficio u arte conocido, es la participación en actividades donde se beneficie a la naturaleza y a las personas en común. En ello la transformación de la realidad nos irá haciendo conscientes de que la naturaleza y el universo en general nos puede proveer los recursos e instrumentos requeridos para sustituir lo que no se dispone o lo que se perdió por algo diferente pero mejor ya que sería real y físico, tangible y más que todo accesible.

Si algún oficio o arte no nos sirve, pues se utilizará otro hasta llegar al idóneo que sea el verdaderamente pertinente a la obtención de beneficios positivos, hermosos, útiles y prácticos. Por ejemplo muchas personas sustituyen a mascotas por personas fallecidas o ausentes.

El otro detalle lo constituye el tipo de beneficio a recibir ya que mientras más desinteresado sea mejor. Servir por servir, por ayudar a los demás y al entorno que nos rodea es el mejor de todos los trabajos, es el más gratificante, es el que produce dividendos en los mundos sutiles desde donde no hay límites, desde donde la provisión personal y general es material y espiritualmente infinita, duradera y permanente.

En otras palabras se está llegando a la obtención de realidades físicas perfectas. Aunque pareciera imposible, el saber desapegarse de lo que no está disponible o no existe, conduce a una autentica vida de liberación de bloqueos, cadenas, engramas y conflictos de todo tipo. Permite alcanzar el verdadero estado de ser libre en todos los sentidos.

Bueno, aquí se concluye la técnica completa y como verán, esto es todo un proceso, cuyo aprendizaje y práctica requiere de concentración, estudio, disciplina y dedicación.

Ayuda a sustituir creencias, códigos, datos y hábitos limitantes por costumbres ilimitantes sustentadoras de vida dentro de cada uno de las dimensiones que constituyen el ser humano. Se utiliza comenzando desde la primera energía-pensamiento la iniciadora y continuar en el mismo orden descrito aquí hasta llegar a la última que es la productora. Su aplicación constante es vivir la esencia de la sanación total, unificadora y sustentadora del ser humano y universal.