14 Ago, 2018 | El pueblo se vuelve a manifestar de acuerdo, con su línea de acción en cuanto al proceso revolucionario: lealtad, solidaridad, acompañamiento permanente. Siempre en la calle. Como río crecido. Así respalda todas las decisiones que el gobierno debe tomar para resolver los múltiples problemas que debemos afrontar, con el fin de lograr el mejoramiento, de las condiciones de vida relacionadas con el alimento, las medicinas, la vivienda, la educación, la seguridad y el acceso a todos los servicios públicos, en la forma más eficiente.

Lamentablemente, el clima político ha sido contaminado por la oposición, que no cesa en su actuación obstructiva contra todo lo social y destructiva de todos los esfuerzos que se han hecho para lograr una paz, que propicie la gobernabilidad, a favor del objetivo supremo: la mayor suma de felicidad para el pueblo. El terrorismo, ha sido la bandera de la oposición, lo que representa el más alto grado de peligrosidad para una Nación, porque no tienen límites, y rebasa todas las consideraciones presentes hasta en los estados de guerra tradicionales, contra los derechos humanos. Un venezolano, y un colombiano, Julio Borges y Juan Manuel ‘’Demonio”, es, por ahora, el binomio más destacado en la autoría intelectual, financiera y quién sabe cuántas cosas más, por lo perverso del hecho: Magnicidio en grado de frustración, contra nuestro presidente Maduro, el Alto Mando Militar, ministros y cuerpo diplomático, cadetes y pueblo en general, presentes. Nada menos. Sin embargo, hay muchos otros secundando el proyecto de muerte y destrucción.

Por ahora, existen algunos detenidos y otros fugitivos y/o migrantes voluntarios, porque se anticiparon, a escaparse del país con sus respectivas familias. Así son los cobardes. La oposición, que incluye a la Conferencia Episcopal, sólo se ha manifestado con mentiras burdas, para manipular la verdad y crear matrices de opinión absurdas como el estallido de la bombona de gas. De los organismos internacionales destaca la Unión Europea, que sigue la misma línea de la oposición. Es una vergüenza. Esta vez se debe aplicar la ley con todo el rigor y no conceder ningún tipo de beneficio, que la propia ley no otorga a los terroristas.