23 Oct, 2018 | Nadie duda la grave crisis política, económica y social que vive el país. Tampoco hay duda alguna que el gobierno de Maduro no llega ni a 20% de respaldo popular. Solo se mantienen con el uso desmedido de la fuerza represiva y el control social de unas cajas que son compradas con dinero de todos los venezolanos. El transporte es una calamidad, las llamadas perreras es reflejo de su brutal fracaso, no hay medicinas y los centros de salud están en el peor estado, la alimentación es mala, escasa y cara, las unidades de ferrys las destrozaron, la nueva reconversión monetaria es un espejismo que no traerá recuperación económica ni mucho menos prosperidad. El país está en ruinas, los campos abandonados y las industrias casi paralizadas. Los jóvenes y gente de talento se marchan del país ante la falta de oportunidades. El concejal Fernando Albán muere en extrañas circunstancias mientras se encontraba detenido a las órdenes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en una evidente violación de los derechos humanos. Y ahora tenemos la insólita declaración del Fiscal General impuesto por la ilegitima Constituyente amenazando a todo aquel que ponga en duda su cuestionable versión de los hechos. El diputado Juan Requesen se encuentra detenido en el mismo organismo policial violando su inmunidad parlamentaria y ahora violan toda la normativa laboral relativa a las escalas salariales establecidas en los contratos colectivos.

Ellos creen que van a dominar el país por la fuerza de los cuerpos represivos.
Están equivocados, hagan lo que hagan, se impondrá la voluntad popular de cambio.
La solución está en el cambio político. Un cambio político con elecciones libres, justas competitivas y transparentes, supervisadas por organismos internacionales como la OEA, Unión Europea, ONU y un cambio sustancial en la composición del Consejo Nacional Electoral (CNE) que garantice transparencia en comicios que pueden ser generales desde el Presidente de la República, Asamblea Nacional, Gobernadores y Alcaldes.
Los demócratas tenemos en el voto en instrumento fundamental del cambio político y hoy Venezuela requiere, necesita un cambio político.

Seguros estamos que más de 85% de los venezolanos apoyan ese cambio político.
El gobierno de Maduro tiene una fecha límite en su carrera hacia el precipicio, el barranco de la destrucción nacional y ese día es el 10 de Enero de 2019. Pretender seguir gobernando en medio del lodazal de la corrupción que tanto daño ha causado a los venezolanos llevaría al país a una situación con consecuencias impredecibles.
El gobierno debe negociar su salida, su salida menos traumática, su salida menos perjudicial para todos. Pretender aplastar a la mayoría de los venezolanos con su Constituyente ilegitima, con sus cuerpos represivos y con el autoritarismo no sólo traerá más ruina, sino además será más difícil para todos sobre todo para ellos, que pretenden seguir en el gobierno al margen de la Constitución y las leyes.